SALTA, 21/04/08.-
Expediente N°
2.516/08.-
RESOLUCIÓN CS
Nº 160/08.-
CONSIDERANDO:
Que debe entenderse a la evaluación
como un peldaño en el crecimiento, algo así como una cuestión indispensable
para saber quiénes somos, cómo nos desempeñamos, realizar análisis
comparativos, perfilar un estado de situación, es decir, saber dónde nos
encontramos, y plantear así las mejoras que se necesiten para que la vida
institucional no quede estancada en el tiempo.
Que la sustancia, el contenido, las formas y los
actores son el sustento institucional, dándole proyección; por ello lo
simbólico (las representaciones, los imaginarios, los supuestos sobre algunas
prácticas institucionales) es tan importante como la efectividad de las
acciones que se realizan para el logro de aquellas metas que este conjunto ha
consensuado, aunque quizás no de manera explícita. Ambos aspectos convergen en la
mejora de la calidad educativa.
Que el análisis interno de la situación
institucional, en todo su contexto, es un camino que debe interpretarse como un
signo de madurez, pues se hace imprescindible buscar el crecimiento y la
mejora. A través de la historia el hombre observó, evaluó, perfeccionó lo que
funcionaba bien y corrigió lo que no estaba bien.
Que
el concepto de evaluación interna ha sido fuente de adhesiones y discrepancias
de opinión, pero a poco de reflexionar sobre su utilidad, cual es la de enfrentar
el futuro en mejores condiciones, puede encontrarse en ella una poderosa
herramienta para el crecimiento personal y colectivo. Es pues un desafío en el
que cada integrante de la comunidad universitaria contribuye con su
participación, pues no es una tarea que se haga individualmente.
Que
la Universidad tiene un compromiso ineludible con la sociedad: contribuir a la
construcción del futuro. El mejor aporte que podemos realizar a la sociedad
proviene de nuestras aulas; es por lo tanto totalmente relevante que el
análisis interno de la calidad institucional sea realizado a través del
consenso de las pautas que dan marco al mismo, con agrado y buena disposición,
analizando todos los aspectos que se consideren necesarios.
Por ello y atento
a lo aconsejado por la Comisión de Docencia, mediante Despacho Nº 078/08,
EL
CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA
(en la Quinta Sesión Ordinaria del 17
de abril de 2008)
R
E S U E L V E :
ARTÍCULO
1º.- Aprobar el PROGRAMA DE EVALUACIÓN INSTITUCIONAL: “Evaluación interna como
proyecto de mejora institucional”, que obra como Anexo I de la presente.
ARTÍCULO 2°.- Comuníquese con copia a: Rectorado,
Facultades, Sedes Regionales, IEM, Consejo
de Investigación, Coordinación de Posgrado y RRII, Secretarías, UAI y Asesoría
Jurídica. Cumplido, siga a Secretaría Académica a sus efectos. Asimismo,
publíquese en el boletín oficial de esta Universidad.-
RSR
FDO:
PROF. JUAN A. BARBOSA - SECRETARIO CONSEJO SUPERIOR
ING.
STELLA M. PÉREZ DE BIACHI - RECTORA
INTRODUCCIÓN[1]:
La calidad Institucional está
íntimamente ligada a la dinámica contextual y de cada actor involucrado en la
vida universitaria.
Debe entenderse a la evaluación como un peldaño en el crecimiento, algo así
como una cuestión indispensable para saber quiénes somos, cómo nos
desempeñamos, realizar análisis comparativos, perfilar un estado de situación,
es decir, saber dónde nos encontramos, y plantear así las mejoras que se
necesiten para que la vida institucional no quede estancada en el tiempo.
La sustancia, el contenido, las
formas y los actores son el sustento institucional, dándole proyección; por
ello lo simbólico (las representaciones, los imaginarios, los supuestos sobre
algunas prácticas institucionales) es tan importante
como la efectividad de las acciones que se realizan para el logro de aquellas
metas que este conjunto ha consensuado, aunque quizás no de manera explícita.
Ambos aspectos convergen en la mejora de la calidad educativa.
El análisis interno de la situación
institucional, en todo su contexto, es un
camino que debe interpretarse como un signo de madurez, pues se hace
imprescindible buscar el crecimiento y la mejora. A través de la historia el
hombre observó, evaluó, perfeccionó lo que funcionaba bien y corrigió lo que no
lo estaba.
El concepto de evaluación interna ha sido fuente de adhesiones y
discrepancias de opinión, pero a poco de reflexionar sobre su utilidad, la cual
es enfrentar el futuro en mejores condiciones, puede encontrarse en ella una
poderosa herramienta para el crecimiento personal y colectivo. Es pues un
desafío en el que cada integrante de la comunidad universitaria contribuye con
su participación, ya que no es una tarea que se haga individualmente.
La Universidad tiene un compromiso ineludible con la sociedad: contribuir a la construcción del futuro. El mejor
aporte que podemos realizar a la sociedad proviene de nuestras aulas; es por lo
tanto totalmente relevante que el análisis interno de la calidad institucional
sea realizado a través del consenso de las pautas que dan marco al mismo, con
agrado y buena disposición, analizando todos los aspectos que se consideren
necesarios.
ALGUNAS PRECISIONES CONCEPTUALES:
La evaluación institucional contiene
elementos que la asemejan a la investigación de carácter aplicado. En este
sentido, el análisis institucional se conforma en un instrumento de resolución
de problemas en el terreno o genera elementos que aportan a su elaboración. En
la práctica, este análisis institucional apunta a fundamentar el abordaje de
tres cuestiones fundamentales que se plantea un equipo de gestión: ¿cuál es la
realidad de la institución hoy? ¿a dónde se dirige la institución? y ¿cuál es
la mejor manera de transitar desde la situación actual a la deseada?. En esta
perspectiva la evaluación se integra a la estrategia de sobrevivencia de la
institución (Silva Moisés y otros. 2003: 25)
Para la CONEAU[2],
el objetivo de la evaluación institucional es el mejoramiento de la calidad de
las universidades. “Un análisis de las condiciones y capacidades existentes en
la universidad nos aproximaría a la meta de evaluar la calidad institucional.
Con “condiciones” hacemos referencia al entorno geográfico y poblacional, el
régimen jurídico, el patrimonio, el personal estable, su trayectoria histórica
y el capital simbólico que posee. Con “capacidades” expresamos lo atinente a
cómo gobierna y gestiona aquellas condiciones alrededor de tres ejes
principales: cuánta actividad despliega y de qué manera, cuánta repercusión o efectividad
alcanza en el medio al que se vuelca y cuánta sinergia genera intra e
interinstitucionalmente” (Stubrin. 2003).
Varias pueden ser las modalidades de
diseño y ejecución de un proceso de evaluación institucional, determinadas por
su propósito y contexto y la naturaleza de lo que se evalúa. Pueden
distinguirse, de manera gruesa, dos tipos según la responsabilidad primaria de
la conducción del proceso evaluativo: “autoevaluación” (o autoestudio), donde
la propia institución asume dicha responsabilidad, y “evaluación externa”, a
cargo de una agencia, instancia o grupo de trabajo externo o independiente, que
actúa necesariamente con la colaboración de la institución.
La evaluación interna,
denominada en nuestro caso “autoevaluación” (y en Ley 24.521, Art. 44), puede
describirse como un proceso periódico de estudio o análisis de la situación y
resultados de una institución como un todo o de una de sus unidades de trabajo,
programas o carreras, de carácter estratégico (y así prospectivo) y orientado
al cambio. Es organizado y conducido por la propia institución, contando con la
participación de diferentes actores (directivos, académicos, funcionarios,
estudiantes, comunidad en general). Tiene como propósito realizar una mirada
hacia adentro, al interior de la institución, desde sus propios actores, su
administración y gestión, la investigación, la extensión, entre otros aspectos
de relevancia.
Esta instancia debería servir como
referente para la revisión de las políticas institucionales y mejorar nuestras
prácticas. Puede realizarse independientemente de la evaluación externa y sería
deseable que se instale como una práctica de rutina, como parte de la cultura
institucional.
Para que la evaluación interna
cumpla su objetivo de tender a una mejora de la calidad es imprescindible que
la misma:
·
Cuente con un alto grado de participación.
·
Adopte una perspectiva contextual e histórica referida a sus
objetivos y al proyecto de la universidad.
·
Cubra todas las funciones que desempeña la institución.
·
Enfoque a la institución como un todo y no como la mera suma
de las partes.
·
Posibilite a los lectores del informe de autoevaluación
alcanzar una imagen adecuada de la institución.
La evaluación externa es un proceso también analítico de una
institución como un todo o de una de sus unidades de trabajo, programas o
carreras. Supone una mirada desde afuera (sobre la docencia, la investigación,
extensión, gestión y gobierno, infraestructura, servicios, entre otras
dimensiones), la realizan personas que no pertenecen a la institución
universitaria, independientes en su criterio aunque sobre la base del proyecto
institucional de la misma, y a partir de la autoevaluación realizada.
En el caso del Sistema Universitario Argentino, en el que se instala la
CONEAU como único organismo formalmente reconocido para dicha tarea, se
requiere de la firma de un “Acuerdo-compromiso” con la universidad para la
realización de esta instancia.
Mediante el presente proyecto se pretende iniciar, en unos casos, y dar
continuidad, en otros, a la evaluación interna. Cuando decimos “dar
continuidad”, aludimos a aquellas Unidades Académicas que (desde 1999) vienen
realizando evaluaciones de sus carreras con el propósito de la ser acreditadas,
tal es el caso de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Naturales. Además,
durante el año 1999 se realizó una evaluación institucional parcial en el marco
de los requisitos para la acreditación de estas Carreras de Ingeniería. Los
resultados de dicha evaluación[3]
sirven de insumos para esta nueva instancia.
LA UNSa. Y EL PROCESO DE EVALUACIÓN
INSTITUCIONAL:
Para llevar adelante el proceso de evaluación, en nuestra universidad, se
han conformado dos Comisiones de Evaluación: una, denominada “Comisión de
Enlace”, integrada por representantes de las diferentes Unidades Académicas
(incluidas las Sedes Regionales), que tiene la misión de acordar algunos
criterios comunes para la evaluación en toda la universidad y coordinar el
proceso de evaluación en cada Unidad Académica. Esta comisión se encuentra
apoyada por otra Comisión denominada “Técnica”, cuya función es, según
Resolución Rectoral Nº 1127/04, “programar, asesorar y dar continuidad a los
procesos de evaluación institucional”.
Ambas Comisiones, coordinadas por la Secretaría Académica, trabajaron
conjuntamente (aunque con interrupciones prolongadas), desde el mes de
noviembre de 2004, en la definición de lineamientos generales, marcos
conceptuales y cronogramas tentativos de trabajo, entre otras cuestiones.
Para poder iniciar algunas
actividades de evaluación, era de fundamental importancia contar con el apoyo
de los Órganos de Gobierno (Consejos Directivos y Consejo Superior), además de
la necesaria participación y consentimiento de todos los actores que conforman
la vida institucional de esta universidad. Por tal motivo, se solicitó a todas
las Unidades Académicas, a través de sus Consejos, la emisión de una Resolución
mediante la cual se manifestara o no la voluntad de realizar la evaluación
institucional (interna y/o externa). Posteriormente y ante la dificultad de
algunas Facultades de expedirse sobre tales cuestiones, el Consejo Superior
emite la Resolución 377/06, mediante la cual resuelve iniciar el proceso de
evaluación interna de la Universidad Nacional de Salta, incluyendo a todas sus
Unidades Académicas y dependencias del Rectorado.
·
Resolución 377/06 el Consejo Superior de la Universidad,
resuelve “…iniciar el proceso de evaluación interna de la Universidad
Nacional de Salta, incluyendo a todas sus unidades académicas y dependencias
del Rectorado”.
Ø
Dar impulso y continuidad, con
responsabilidades específicas, a la Comisión de Planificación, Seguimiento y
Evaluación y sus cuerpos internos
Ø
Estudiar las
necesidades académicas de mediano y largo plazo
Ø
realizar estudios técnicos de diagnóstico
y prospección sobre objetivos universitarios en las áreas de docencia,
investigación y transferencia
Ø
Preparar y
actualizar documentación para el planeamiento, desarrollo y la toma de
decisiones
Ø
elaborar una propuesta de seguimiento y evaluación que
favorezca la continua revisión del Plan Estratégico.
Ø
Promover la autoevaluación continua en todas las unidades
académicas y dependencias del rectorado, fijando mecanismos de control de
calidad y mejoramiento.
OBJETIVOS:
En el marco general antes descrito
es que se propone encuadrar la evaluación institucional en los siguientes
objetivos.
·
Desarrollar estrategias de evaluación que se instalen como
prácticas permanentes en las diferentes unidades académicas y en la universidad
en su conjunto.
·
Obtener información confiable (rigurosamente obtenida) de
los diferentes ámbitos que hacen a la vida universitaria, para la toma de
decisiones.
·
Identificar factores que favorecen o dificultan el
desarrollo de las funciones de docencia, investigación y extensión de la
Universidad Nacional de Salta.
·
Construir indicadores que den cuenta de la situación de la
universidad en sus múltiples funciones y relaciones, que puedan actualizarse en
forma continua.
DIMENSIONES DE ANALISIS:
Poder
aproximarnos al logro de los objetivos antes planteados implica un trabajo
planificado y sistemático y, a su vez, ello supone contar con información
confiable (rigurosamente obtenida) de los diferentes ámbitos (administrativo,
académico, de investigación, de extensión, etc.) que hacen a la vida
universitaria.
Algunos de
los aspectos (también mencionados en la Resolución -CS-377/06) sobre los que es
necesario poner luz, reflexionar y plantear estrategias de mejora son:
·
Docencia:
políticas sobre carreras, planes de estudio, programas, alumnos y graduados,
enseñanza, aprendizaje, deserción, retención, permanencia, etc., tanto en el
grado como en el posgrado.
·
Investigación, desarrollo y
creación: políticas, programas, proyectos, trabajos,
mecanismos de seguimiento y evaluación, presupuesto, áreas de desarrollo, etc.
·
Extensión, producción de
tecnología y transferencia: políticas, presupuestos,
proyectos, servicios, consultorías, patentes, vinculación con la comunidad,
pertinencia social, etc.
·
Gestión y gobierno:
estatutos, reglamentos, estructura organizativa, funcionamiento, planificación
y planes de desarrollo, presupuesto y financiamiento, aspectos
socio-organizacionales, etc.
·
Recursos Humanos:
cuerpo docente y no docente, carrera docente, formación de investigadores y
equipos de investigación, fortalezas y carencias en la formación profesional,
etc,
·
Infraestructura y Recursos
materiales: espacio físico (aulas, laboratorios, plantas
pilotos, instalaciones comunes) y equipamiento, cantidad, calidad, conservación
y accesibilidad, entre otros.
·
Servicios de biblioteca, de
información e informáticos: políticas, presupuestos,
instalaciones, servicios, personal, usuarios, circulación y préstamos, etc.
·
Integración de la Institución
universitaria: integración entre unidades académicas, proyectos conjuntos, sistemas de información,
convenios (locales, nacionales e internacionales), articulación
interuniversitaria, etc.
De este conjunto de aspectos, deberán
definirse aquellos que serán de abordaje común en todas las unidades y áreas
involucradas. A partir de ese acuerdo, cada Facultad, Instituto, Secretaría,
etc. priorizará otros aspectos que internamente consideren relevantes,
factibles y prioritarios.
UNIDADES INOVOLUCRADAS:
·
6 Facultades
·
2 Sedes Regionales
·
2 Institutos de Enseñanza Media
·
Rectorado: 6 Secretarías, 1
Consejo de Investigación, 1 Coordinación de Posgrado y Relaciones
Internacionales
·
Institutos dependan o no de las
Unidades Académicas.
MARCO METODOLÓGICO:
El sentido que se otorga en este
proyecto al término “metodología” tiene carácter general y se refiere a la
manera de realizar la evaluación, a los supuestos y principios que la regirán,
al modo de enfocar los problemas y buscar las respuestas. Como esta evaluación
abordará diferentes tipos de problemas y buscará diferentes tipos de
respuestas, los procedimientos exigen diferentes metodologías. “Del tipo de
conocimiento que se desee alcanzar dependerá el enfoque que se asuma en la
investigación, siendo el propósito último de ésta llegar a un conocimiento útil
para la acción, ya sea política o práctica…” (Arnal. 1992, 84)
Tipo de
Estudio:
Investigación
evaluativa: El método concreto de la evaluación es la investigación evaluativa,
donde las herramientas de la investigación social se ponen al servicio del
ideal consistente en hacer más preciso y objetivo el proceso de juzgar. En su
forma de investigación, la evaluación establece criterios claros y específicos
que garanticen el éxito del proceso, reúne sistemáticamente información,
pruebas y testimonios de una muestra representativa de las audiencias que
conforman el programa u objeto para evaluar, traduce dicha información a
expresiones valorativas y las compara con los criterios inicialmente
establecidos y finalmente saca conclusiones (Correa Uribe. 1996)
Suchman (1967), citado
por Correa Uribe (1996), delineó claramente las diferencias existentes entre
los objetivos y las facultades investigativas de la evaluación, oponiéndolas a
las de la investigación básica o pura, las cuales hacen referencia a una
“compleja mezcla de distintos valores, propósitos y recursos”.
“La
investigación evaluativa es un tipo especial de investigación aplicada cuya
meta, a diferencia de la investigación básica, no es el descubrimiento del
conocimiento. Poniendo principalmente el énfasis en la utilidad, la
investigación evaluativa debe proporcionar información para la planificación
del programa, su realización y su desarrollo. La investigación evaluativa asume
también las particulares características de la investigación aplicada, que
permite que las predicciones se conviertan en un resultado de la investigación.
Las recomendaciones que se hacen en los informes evaluativos son, por otra
parte, ejemplos de predicción”. (Suchman, 1967: 119).
Exploratorio-descriptivo: en tanto en
algunas unidades académicas, secretarías e institutos no se realizaron
evaluaciones previas que hayan favorecido la construcción de conocimiento
riguroso y sistemático que permita, a partir de esta instancia, realizar
estudios más profundos. En otro sentido, se tratará de caracterizar determinadas
prácticas institucionales e identificar variables promisorias que permitan
otros tipos de abordajes futuros (correlacionales, explicativos, en
profundidad, etc.)
Cuanti-cualitativo: en tanto se
abordarán cuestiones que requieren de la obtención de datos numéricos que
permitan dimensionar cuestiones como ingreso, deserción, retención, promoción,
graduación; relacionar inversión/gasto y rendimiento del sistema; grado de
ejecución de acciones y obras; entre tantos. Además de la obtención de
información que permita realizar análisis de procesos, explorar relaciones
asociando y comparando grupos de datos; recoger las “voces” de los diferentes
actores involucrados y darles sentido en el contexto social e institucional.
Recolección de datos:
Se utilizarán diferentes técnicas que
permitirán recoger información variada, de múltiples actores, en diferentes
niveles de profundidad y mecanismos de registro. Ello favorecerá la
triangulación metodológica, de actores y de fuentes durante el análisis.
·
Encuestas/cuestionarios: según la necesidad de recoger
información más o menos estructurada sobre las dimensiones e indicadores
definidos y en función de llegar a un número mayor o menor de individuos.
·
Entrevistas: con el fin de llegar a diferentes actores y
captar sus particulares puntos de vista sobre determinadas cuestiones.
·
Observaciones (participante y no participante): respecto
a determinadas prácticas y procesos institucionales.
·
Análisis de Documentación: que permita identificar
aquello formalmente establecido o regulado mediante la normativa, o plasmado en
el documento como manifestación de voluntad o intención.
·
Análisis de fuentes secundarias: datos de Censos,
Estadísticas del Ministerio de Educación, Estadísticas de la propia
universidad, informes del desarrollo humano, etc.
ESTRUCTURA OPERATIVA:
Se propone trabajar en dos niveles interrelacionados:
Político/logístico y Técnico/operativo.
Político/logístico: este nivel se
encuentran conformado por a) autoridades (Universidad, Facultades, Sedes
Regionales, IEM), b) Consejos Directivos y Superior. c) Comisión de Evaluación
(como enlace).
En este nivel se tomarán las decisiones
y se crearán las condiciones para el trabajo en el nivel operativo.
Técnico/operativo: a) 1
Coordinador general y 8 coordinadores específicos (por dimensión de análisis),
b) apoyo administrativo y c) Expertos, d) Comunidad Universitaria.
En este nivel se diseñarán e
implementarán las estrategias de trabajo y se generarán los dispositivos
específicos para cada aspecto y/o dimensión de análisis.
Para viabilizar el trabajo se debe
contar con la necesaria y comprometida participación de la comunidad
universitaria (aspecto que es tenido en cuenta en el cronograma de trabajo).
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Acciones y
Cronograma tentativo de trabajo –U.N.Sa. - 2008/9 |
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MESES |
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Acciones |
1 |
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8 |
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10 |
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17 |
18 |
19 |
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Establecimiento del punto de
partida y de acuerdos institucionales |
Puesta a consideración del Proyecto General elaborado por Secretaría
Académica en las Unidades Académicas y Ámbitos del Rectorado |
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Reorganización y/o conformación de las Comisiones de Trabajo en cada
Unidad y Ámbitos del Rectorado. |
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Reajustes al Proyecto Gral. si fuese necesario |
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Emisión de los instrumentos legales y/o pautas que se requieran.
Consideración de la infraestructura y del apoyo administrativo disponibles. |
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x |
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Establecimiento de puntos de partida, de acuerdo a la situación de
cada unidad académica y teniendo en cuentas las acciones que se hayan
desarrollado. |
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Propuesta general de las dimensiones y parámetros susceptibles de ser
evaluados. (En que aspectos se trabajará en cada unidad académica y en la
unidad central) |
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x |
x |
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Institucionalización de la
propuesta |
Elaboración de los Sub-proyectos de evaluación interna por parte de
las diferentes Comisones |
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x |
x |
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Difusión del proyecto y sub-proyectos de evaluación interna en la
comunidad universitaria |
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x |
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Debate de ideas respecto de los proyectos de evaluación interna en la
comunidad universitaria (folletos, correos, charlas, talleres de
sensibilización,etc.) |
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x |
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Reajustes a los proyectos de resultar necesario |
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x |
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Difusión de los sub-proyectos de evaluación interna resultantes en la
comunidad universitaria |
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x |
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Relevamiento y análisis de
información. |
Construcción y ajuste de instrumentos Relevamiento de datos, aplicación de encuestas, entrevistas, etc, en
cada Unidad Académica y en cada Secretaría de la Universidad |
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x x |
x |
x |
x |
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Análisis preliminar de la información relevada |
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x |
x |
x |
x |
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Análisis de consistencia de la información |
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x |
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nuevos relevamientos, de resultar necesario |
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x |
x |
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Etapa de consenso sobre resultados
y elaboración de los Informes Finales de Evaluación |
Elaboración de un primer Informe diagnóstico de la situación |
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x |
x |
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Elaboración de una propuesta de mejora en consonancia con el Proyecto
Estratégico Institucional |
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x |
x |
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Puesta a consideración de autoridades de cada Unidad académica y
Secretarías |
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Ajustes necesarios |
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x |
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Consideración del diagnóstico global por parte de cada Consejo
Directivo y del Consejo Superior |
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x |
x |
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Puesta a consideración de la Comunidad Universitaria y recepción de
opiniones |
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x |
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||
Consideración del documento definitivo de evaluación interna por parte
del Consejo Superior |
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x |
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||
Difusión en la comunidad universitaria |
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X |
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Lo
señalado en gris podría ser el tiempo adicional de presentarse algún
imprevisto.