SALTA, 04/04/08.-
Expediente N° 2.511/08.-
RESOLUCIÓN CS Nº 120/08.-
VISTO Estas actuaciones por las cuales la Cátedra Abierta “Política y Reforma
Universitaria”; el Proyecto de Investigación CIUNSa Nº 1474: “Periodismo en
Tiempos de Represión y Censura, Salta 1975-1983”; el Archivo de la Memoria y de
la Palabra; la Comisión de Derechos Humanos y el Centro Único de Estudiantes de
Humanidades de esta Universidad presentan proyecto de resolución por el cual solicitan
al Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta ordene establecer como
denominación de calles, avenidas y espacios públicos del Barrio Ciudad del
Milagro los nombres de la Universidades Nacionales, de docentes-investigadores,
intelectuales que hayan contribuido al conocimiento científico en todas las
esferas de la vida social, además de aquellos intelectuales y dirigentes
universitarios vinculados al desarrollo de la Universidad argentina en sus
principios, democráticos y de emancipación social; y,
CONSIDERANDO:
Que hace treinta años, el Comandante en Jefe de la Armada y miembro de
la Junta Militar que había usurpado el poder el 24 de marzo de 1976, Almirante
Emilio Eduardo Massera, lllegaba a la ciudad de Salta con el objetivo de
inaugurar oficialmente el Liceo Naval para señoritas “Doctor Francisco de
Gurruchaga” emplazado en el Barrio Ciudad del Milagro.
Que participaron de los actos el gobernador de facto Capitán de Navío
Roberto Augusto Ulloa, el Intendente militar de la Ciudad de Salta, Víctor
Abelardo Montoya, además de militares y aproximadamente 25 periodistas
movilizados desde todo el país para cubrir el evento, integraba la comitiva el
actor Angel Magaña, viejo protagonista de la película “La Guerra Gaucha”
filmada en Salta en 1942 y conductor del programa del Canal 7 “Adelante
Juventud” destinado a despertar vocaciones y difundir la acción cívica de las
Fuerzas armadas, según los términos reproducidos en un reportaje en el diario
El Intransigente.
Que durante la
ceremonia y con toda la pedantería que presumían los dictadores, el director
del Liceo Naval Capitán de navío Eduardo Demarco, ratificó las declaraciones de
Massera referidas a que la Institución militar “había traído el mar a Salta”,
finalmente el capellán del Liceo, reverendo padre Francisco Peñalva elevó su
invocación “para que en nuestra sociedad y en el mundo se mantenga y
defienda el orden verdadero y humano en la libertad, y resulte leal y amiga la
convivencia común en el respeto, en los derechos mutuos y en la fraternidad…”.
Que el día 6 de marzo
de 1.978, en consonancia con los actos de inauguración del Liceo Naval y
próximo a conmemorar el segundo aniversario del Golpe de Estado, el Intendente
militar de la Ciudad de Salta dio a conocer la Ordenanza Nº 2810 mediante la
cual ordenaba se designe las calles del Barrio Ciudad del Milagro con el nombre
de aquellos militares considerados como “adnegados hombres de la Patria”. De
esta manera se reemplazaba la denominación original de números y letras. Los
nombres propuestos incluían a militares que habían ofrendo su vida por la
patria combatiendo a la delincuencia subversiva. Entre ellos encabezaban la
nómina el Gral Jorge Oscar Grassi, el coronel José Esteban Dalla Fontana, el
vicealmirante Hermes José Quijada, el capitán Miguel Ángel Paiva, el Cabo
Orlando Aníbal Moya, el Gral. Cesáreo Ángel Cardozo, el comodoro Moisés
Etchegoyen, el Teniente de navío Jorge Omar Mayol, el Gral Juan Carlos Sánchez,
entre otros. La prensa local (diario El Intransigente) informaba que este
militar había desplegado “una intensa actividad en el desmembramiento de las
bandas marxistas merced a una inteligente campaña de información y acción en la
ciudad de Rosario de Santa Fe donde fue traicioneramente asesinado”, sin
mayores fundamentos ni más mérito que las actividades de infiltración,
espionaje, desaparición de personas, asesinatos, torturas y violaciones, la
este grupo de militares fueron elevados a “héroes de la patria” y pasaron a
formar parte de la memoria que buscaba imponer la Dictadura Militar.
Que las calles del
Barrio Ciudad del Milagro también recibieron el nombre de otros militares que
actuaron durante los siglos XIX y XX. Se incluyó para las avenidas principales
los nombres de las distintas fuerzas armadas: Avenida Armada Argentina,
Ejército Argentino, Fuerza Aérea o el nombre de Fragata Libertad, Fragata
General Sarmiento y Héroes de la Patria.
Que la imposición de
los nombres a las calles del Barrio Ciudad del Milagro no fue un hecho aislado,
formaba parte de la permanente acción de violencia simbólica que la Dictadura
Militar ejercía sobre la sociedad salteña.
Que aniquilada
físicamente cualquier oposición político-social, la Dictadura pasaba a reforzar
su ataque en el frente ideológico-cultural para consolidar simultáneamente la
apropiación territorial y la dominación social. El denominado Proceso de
Reorganización Nacional, no fue una dictadura militar más, había llegado para
quedarse y modelar una sociedad bajo un conjunto de valores que dieran lugar a
una “nueva” constitución del Estado, una “nueva” dirigencia, “nuevos” partidos
políticos, una “nueva” educación”, “nuevos” empresarios, “nuevos” sindicatos,
reasignaba un papel a las mujeres, a los niños, a la juventud. Fue una
Dictadura que tenía como objetivo estratégico cambiar de raíz la matriz de la
sociedad argentina, apelando paradójicamente a los valores del tradicionalismo,
la cultura cristiano-occidental y los beneficios del mercado.
Que la parafernalia de
los actos previstos para el lanzamiento del Liceo Naval y el aniversario del
Golpe de Estado con el cambio de nombres a las calles del barrio que
circundaban a la escuela de cadetes, la presencia de Massera, la visita de Ángel
Magaña, paladín artístico de la “Guerra Gaucha”, utilizado dentro de la
promisoria estrategia que vinculaba al arte y la farándula de la época al
servicio de la publicidad política del régimen militar.
Que en los años posteriores la estrategia de propaganda de la Armada
prosiguió a cargo de las cadetes del Liceo encargadas de dar instrucción en el
arte de la navegación a los niños y jóvenes de las escuelas y colegios de la
ciudad de Salta, matizadas con la visita al Liceo de la niña-actriz Andrea del
Bocca.
Que han pasado treinta
años desde aquellos sucesos, el Liceo Naval para señoritas fue cerrado en el
marco del plan de reestructuración de las Fuerzas
Armadas de fines de los noventa. Hoy el edificio es ocupado por una escuela
pública provincial, sin embargo las calles conservan la memoria oficial de la
Dictadura Militar amparada por el silencio de indolentes y cómplices.
Que las jóvenes
generaciones han comenzado a producir su propia interpretación crítica del
pasado. Así quedó expresada la posición a través de los estudiantes del Colegio
San Lucas que en el marco de las Jornadas del Día del Historiador y en la
Sesión Especial del Concejo Deliberante con ese motivo propusieron la necesidad
de revisar los nombres de las calles, pasajes y avenidas de la Ciudad
vinculados a quienes fueron responsables de las violaciones del derecho
constitucional y de los derechos humanos en nuestro país para cambiar sus
nomenclaturas, quedando tal iniciativa plasmada en la Resolución del Cuerpo
Municipal Nº 269 emitida el quince de noviembre del año dos mil siete.
Que el conjunto de
docentes-investigadores, estudiantes, autoridades de la Universidad Nacional de
Salta, consideran necesario dotar a las calles y espacios públicos de la ciudad
de Salta de nuevos nombres que estén vinculados a la lucha por la libertad, la
igualdad, la dignidad de la vida humana, el respeto a las diferencias, la
pluralidad de ideas, el conocimiento provisto por los ancestros, el desarrollo
de la ciencia, el compromiso social, el rechazo a las imposiciones hegemónicas,
la reivindicación de los pueblos latinoamericanos.
Que estos valores que
conforman una propuesta democrática y liberadora tienen expresión pública en el
movimiento de la Reforma Universitaria de 1918, que fue enriquecida a lo largo
de estos noventa años. Con esto queremos significar que el programa democrático
de la universidad no fue expresión de un solo hecho histórico sino producto del
debate de varias generaciones de argentinos portadores de distintas posiciones
políticas.
Que la Universidad
libre nace de la libertad de las posiciones y queremos homenajear a quienes
contribuyen y contribuyeron con su trabajo a la construcción de una sociedad
democrática y socialmente justa desde las aulas, los gabinetes, los
laboratorios, los archivos, etc. Propuesta diametralmente opuesta a seguir
consagrando los espacios públicos a la memoria colectiva a quienes sembraron la
muerte, haciendo culto de la “capucha”, elevando santuarios de sangre en los
sótanos, consagrándose con la “picana eléctrica en la mano” a todo tipo de
aberraciones sobre los cuerpos y las mentes humanas o clausurando el
conocimiento por medio de la censura, la quema de libros, la cesantía, muerte,
exilio de docentes e investigadores. En
tal sentido la Universidad Nacional de Salta a sufrido el terror de la dictadura
que se cobró las vidas y el padecimiento de docentes, estudiantes y personal
administrativos salvajemente asesinados, torturados, encarcelados y otros
desaparecidos hasta el día de hoy, por los cuales seguimos luchamos levantando
las banderas de la Verdad y la Justicia.
Que la Universidad
Argentina luego de años de terror y dictadura fue recobrada para la sociedad
argentina. A esta Universidad lentamente han retornado al trabajo los exilados,
los excluidos, los que padecieron el exilio interno. El conocimiento nuevamente
ha sido puesto en beneficio de una propuesta que tiene como punto de partida la
dignidad de la sociedad, aunque sabemos que el sistema de universidades
nacionales necesita una decisión más firme en torno a un proyecto emancipador.
Que es notorio que las
Universidades y los centros e institutos de investigación que dependen del
restringido presupuesto nacional y que en el marco de sus autonomías y
características regionales, son los principales formadores de recursos humanos
destinados a la producción, y el mejoramiento de las condiciones de vida de la
sociedad argentina.
Que consideramos
importante que las calles, avenidas y espacios públicos del Barrio Ciudad del
Milagro reciban una nominación que
realce el vínculo estrecho que tiene la comunidad barrial con la actividad
universitaria.
Que la denominación
de calles, avenidas y espacios públicos deben constituir un homenaje a las
generaciones del futuro conformadas por los niños de todos los niveles
educativos, los jóvenes estudiantes que a toda hora transitan sus calles, las
decenas de familias que abren sus casas para que los esforzados estudiantes del
interior encuentren un espacio para vivir y estudiar, por los docentes, los
trabajadores, profesionales, empleados que lo habitan y que tienen una
expectativa en la educación pública y en la posibilidad de la formación
universitaria de sus hijos.
Por ello, en uso de las atribuciones que le son propias y atento a lo
aconsejado por la COMISIÓN DE DOCENCIA, INVESTIGACIÓN Y DISCIPLINA de este
Cuerpo, mediante Despacho N° 066/08,
EL
CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA
(en su Tercera Sesión Ordinaria del 27 de marzo de 2008)
R E S U E L V E :
ARTÍCULO 1º.- Solicitar al Concejo
Deliberante de la Municipalidad de la Ciudad de Salta ordene establecer como
denominación de calles, avenidas y espacios públicos del Barrio Ciudad del
Milagro los nombres de la Universidades Nacionales, de docentes-investigadores,
intelectuales que hayan contribuido al conocimiento científico en todas las
esferas de la vida social, además de aquellos intelectuales y dirigentes
universitarios vinculados al desarrollo de la Universidad argentina en sus
principios, democráticos y de emancipación social, de acuerdo a los fundamentos
que obran como Anexo I de la presente.
ARTÍCULO 2º.- Solicitar que a los fines del cumplimiento de los
objetivos planteados precedentemente se conforme una Comisión que tendrá como
misión acordar y fundamentar los nombres propuestos, en la cual estarán
representadas la Universidad Nacional de Salta a través de los Proyectos y
organismos autores de la propuesta, el Concejo Deliberante, el Ejecutivo
Municipal, Poder Ejecutivo Provincial a través de su Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos y su respectiva Secretaria, la Cámara de Diputados y Senadores
de la Provincia y los Organismos y Asociaciones vinculadas a la defensa y
promoción de los Derechos Humanos, las organizaciones vecinales que
correspondan.
ARTÍCULO 3º.- Solicitar al Ejecutivo Municipal haga suya la iniciativa
aprobada en el Concejo Deliberante.
ARTÍCULO 4º.- Solicitar a los Poderes Ejecutivo y Legislativo de la
Provincia de Salta adhieran al trabajo propuesto.
ARTÍCULO 5º.- Difundir el proyecto en todas las instituciones del Barrio
para alcanzar el más amplio consenso.
ARTÍCULO 6º.- Comuníquese con copia
a: Sra. Rectora, Poder Ejecutivo Provincial, Cámaras de Diputados y Senadores
de la Provincia de Salta, Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, Secretaria de Derechos Humanos de
la Provincia de Salta, Concejo Deliberante de la ciudad de Salta, Intendente de
la Municipalidad de Salta, Organismos y Asociaciones vinculadas a la defensa y
promoción de los Derechos Humanos, Facultades, Sedes Regionales, Institutos
de Educación Media, Secretarías, CIUNSa, Direcciones Generales, Dirección de
Relaciones Públicas, Radio Universidad, Centros de
Estudiantes, FUA, ADIUNSa, APUNSa,
UAI, y Asesoría Jurídica. Cumplido, manténgase en reserva en
Secretaría del Consejo Superior. Asimismo, publíquese en el boletín oficial de
esta Universidad.-
ANEXO I
90 AÑOS DE LA REFORMA UNIVERSITARIA. 1918-2008
A 30 AÑOS DE LA APROPIACIÓN SIMBÓLICA DE CALLES Y ESPACIOS PÚBLICOS
DEL BARRIO CIUDAD DEL MILAGRO POR LA DICTADURA MILITAR
1978-2008
La lucha contra el
poder es
La lucha de la
memoria
contra el olvido
Milan Kundera
ANTEPROYECTO DE ORDENANZA MUNICIPAL PARA MODIFICAR
LA DENOMINACIÓN DE LAS CALLES DEL BARRIO CIUDAD DEL MILAGRO
Proyecto presentado por:
·
Cátedra Abierta “Política y Reforma
Universitaria”
·
Proyecto de Investigación CIUNSa Nº
1474. “Periodismo en Tiempos de Represión y Censura, Salta 1975-1983”
·
Archivo de la Memoria y de la Palabra.
Universidad Nacional de Salta.
·
Comisión de Derechos Humanos.
Universidad Nacional de Salta.
·
Centro Único de Estudiantes de
Humanidades.
Hace treinta años, un día lunes 6 de marzo de 1978 llegaba a la ciudad
de Salta el Comandante en Jefe de la Armada y miembro de la Junta Militar que
había usurpado el poder el 24 de marzo de 1976. El Almirante Emilio Eduardo
Massera venía con el objetivo de inaugurar oficialmente el Liceo Naval para
señoritas “Doctor Francisco de Gurruchaga” emplazado en el Barrio Ciudad del
Milagro, lo esperaban el gobernador de facto Capitán de Navío Roberto Augusto
Ulloa y el Intendente militar de la Ciudad de Salta, Víctor Abelardo Montoya.
Además de los militares y los 25 periodistas movilizados desde todo el
país para cubrir el evento, integraba la comitiva el actor Angel Magaña, viejo
protagonista de la película “La Guerra Gaucha” filmada en Salta en 1942 y
conductor del programa del Canal 7 “Adelante Juventud” destinado a despertar
vocaciones y difundir la acción cívica de las Fuerzas armadas, según los
términos reproducidos en un reportaje en el diario El Intransigente.
Durante la ceremonia y
con toda la pedantería que presumían los dictadores, el director del Liceo
Naval Capitán de navío Eduardo Demarco, ratifico las declaraciones de Massera
que la Institución militar “había traído el mar a Salta”, finalmente el
capellán del Liceo, reverendo padre Francisco Peñalva elevó su invocación “para
que en nuestra sociedad y en el mundo se mantenga y defienda el orden verdadero
y humano en la libertad, y resulte leal y amiga la convivencia común en el respeto,
en los derechos mutuos y en la fraternidad…”(diario El Intransigente)
Ese mismo día 6 de
marzo en consonancia con los actos de inauguración del Liceo Naval y próximo a
conmemorar el segundo aniversario del Golpe de Estado, el Intendente militar de
la Ciudad de Salta dio a conocer la Ordenanza Nº 2810 mediante la cual ordenaba
se designe las calles del Barrio Ciudad del Milagro con el nombre de aquellos
militares considerados como “adnegados hombres de la Patria”. De esta manera se
reemplazaba la denominación original de números y letras. Los nombres
propuestos incluían a militares que habían ofrendo su vida por la patria
combatiendo a la delincuencia subversiva. Entre ellos encabezaban la nómina el
Gral. Jorge Oscar Grassi, el coronel José Esteban Dalla Fontana, el
vicealmirante Hermes José Quijada, el capitán Miguel Ángel Paiva, el Cabo
Orlando Aníbal Moya, el Gral. Cesáreo Ángel Cardozo, el comodoro Moisés
Etchegoyen, el Teniente de navío Jorge Omar Mayol, el Gral. Juan Carlos
Sánchez, entre otros. La prensa local (diario El Intransigente) informaba que
este militar había desplegado “una intensa actividad en el desmembramiento de
las bandas marxistas merced a una inteligente campaña de información y acción
en la ciudad de Rosario de Santa Fe donde fue traicioneramente asesinado”, sin
mayores fundamentaciones ni más mérito que las actividades de infiltración,
espionaje, desaparición de personas, asesinatos, torturas y violaciones, la
este grupo de militares fueron elevados a “héroes de la patria” y pasaron a
formar parte de la memoria que buscaba imponer la Dictadura Militar.
Las calles del Barrio Ciudad del Milagro también recibieron el nombre de
otros militares que actuaron durante los siglos XIX y XX. Se incluyó para las
avenidas principales los nombres de las distintas fuerzas armadas: Avenida
Armada Argentina, Ejército Argentino, Fuerza Aérea o el nombre de Fragata
Libertad, Fragata General Sarmiento y Héroes de la Patria.
Queremos significar que
la imposición de los nombres a las calles del Barrio Ciudad del Milagro no fue
un hecho aislado, formaba parte de la permanente acción de violencia simbólica
que la Dictadura Militar ejercía sobre la sociedad salteña.
Aniquilada físicamente
cualquier oposición político-social, la Dictadura pasaba a reforzar su ataque
en el frente ideológico-cultural para consolidar simultáneamente la apropiación
territorial y la dominación social. El denominado Proceso de Reorganización
Nacional, no fue una dictadura militar más, había llegado para quedarse y modelar
una sociedad bajo un conjunto de valores que dieran lugar a una “nueva”
constitución del Estado, una “nueva” dirigencia, “nuevos” partidos políticos,
una “nueva” educación”, “nuevos” empresarios, “nuevos” sindicatos, reasignaba
un papel a las mujeres, a los niños, a la juventud. Fue una Dictadura que tenía
como objetivo estratégico cambiar de raíz la matriz de la sociedad argentina,
apelando paradójicamente a los valores del tradicionalismo, la cultura
cristiano-occidental y los beneficios del mercado.
No obstante en Salta,
la operación material y simbólica tenía sus complicaciones, la jurisdicción
militar correspondía al III Cuerpo de Ejército en tanto que el gobernador de la
Provincia pertenecía a la Armada y la creación del Liceo Naval implicaba la
presencia efectiva de esa fuerza en la provincia. El plan de ocupación
territorial y ampliación de la influencia de la Armada no era incompatible con
las aspiraciones políticas de su Jefe, el Almirante Massera. Entonces ¿cómo
insertar a la Marina en la provincia mediterránea? ¿Cómo vincular la tradición
ecuestre a la naval?, ¿cómo utilizar esta situación para la propaganda de los
marinos con aspiraciones políticas dentro de la disputa interna con las otras
fuerzas armadas? En primer lugar se re instaló la figura del Dr. Francisco de
Gurruchaga, creador de la primera armada patria y generoso sostenedor con su
patrimonio personal de la guerra gaucha librada por el Gral. Martín Miguel de
Güemes.
Esto explica la
parafernalia de los actos previstos para el lanzamiento del Liceo Naval y el
aniversario del Golpe de Estado con el cambio de nombres a las calles del
barrio que circundaban a la escuela de cadetes, la presencia de Massera, la
visita de Ángel Magaña, paladín artístico de la “Guerra Gaucha”, utilizado dentro
de la promisoria estrategia que vinculaba al arte y la farándula de la época al
servicio de la publicidad política del régimen militar. En los años posteriores
la estrategia de propaganda de la Armada prosiguió a cargo de las cadetes del
Liceo encargadas de dar instrucción en el arte de la navegación a los niños y
jóvenes de las escuelas y colegios de la ciudad de Salta, matizadas con la
visita al Liceo de la niña-actriz Andrea del Bocca.
Han pasado treinta años
desde aquellos sucesos, el Liceo Naval para señoritas fue cerrado en el marco
del plan de reestructuración de las Fuerzas Armadas de fines de los noventa.
Hoy el edificio es ocupado por una escuela pública provincial, sin embargo las
calles conservan la memoria oficial de la Dictadura Militar amparada por el
silencio de indolentes y cómplices.
Las jóvenes
generaciones han comenzado a producir su propia interpretación crítica del
pasado. Así quedó expresada la posición a través de los estudiantes del Colegio
San Lucas que en el marco de las Jornadas del Día del Historiador y en la
Sesión Especial del Concejo Deliberante con ese motivo propusieron la necesidad
de revisar los nombres de las calles, pasajes y avenidas de la Ciudad
vinculados a quienes fueron responsables de las violaciones del derecho
constitucional y de los derechos humanos en nuestro país para cambiar sus
nomenclaturas.
Tal iniciativa quedo plasmada en la Resolución del Cuerpo Municipal Nº
269 emitida el quince de noviembre del año dos mil siete.
Por lo anterior, el
conjunto de docentes-investigadores, estudiantes, autoridades de la Universidad
Nacional de Salta, consideran necesario dotar a las calles y espacios públicos
de la ciudad de Salta de nuevos nombres que estén vinculados a la lucha por la
libertad, la igualdad, la dignidad de la vida humana, el respeto a las
diferencias, la pluralidad de ideas, el conocimiento provisto por los
ancestros, el desarrollo de la ciencia, el compromiso social, el rechazo a las
imposiciones hegemónicas, la reivindicación de los pueblos latinoamericanos.
Estos valores que
conforman una propuesta democrática y liberadora tienen expresión pública en el
movimiento de la Reforma Universitaria de 1918, que fue enriquecida a lo largo
de estos noventa años. Con esto queremos significar que el programa democrático
de la universidad no fue expresión de un solo hecho histórico sino producto del
debate de varias generaciones de argentinos portadores de distintas posiciones
políticas.
Es decir la Universidad
libre nace de la libertad de las posiciones y queremos homenajear a quienes
contribuyen y contribuyeron con su trabajo a la construcción de una sociedad
democrática y socialmente justa desde las aulas, los gabinetes, los
laboratorios, los archivos, etc. Propuesta diametralmente opuesta a seguir
consagrando los espacios públicos a la memoria colectiva a quienes sembraron la
muerte, haciendo culto de la “capucha”, elevando santuarios de sangre en los
sótanos, consagrándose con la “picana eléctrica en la mano” a todo tipo de
aberraciones sobre los cuerpos y las mentes humanas o clausurando el
conocimiento por medio de la censura, la quema de libros, la cesantía, muerte,
exilio de docentes e investigadores. En tal sentido la Universidad Nacional de
Salta a sufrido el terror de la dictadura que se cobró las vidas y el
padecimiento de docentes, estudiantes y personal administrativos salvajemente
asesinados, torturados, encarcelados y otros desaparecidos hasta el día de hoy,
por los cuales seguimos luchamos levantando las banderas de la Verdad y la
Justicia.
La Universidad
Argentina luego de años de terror y dictadura fue recobrada para la sociedad
argentina. A esta Universidad lentamente han retornado al trabajo los exilados,
los excluidos, los que padecieron el exilio interno. El conocimiento nuevamente
ha sido puesto en beneficio de una propuesta que tiene como punto de partida la
dignidad de la sociedad, aunque sabemos que el sistema de universidades
nacionales necesita una decisión más firme en torno a un proyecto emancipador.
Es notorio que las
Universidades y los distintos centros e institutos de investigación que
dependen del restringido presupuesto nacional y que en el marco de sus
autonomías y características regionales, son los principales formadores de
recursos humanos destinados a la producción, y el mejoramiento de las
condiciones de vida de la sociedad argentina.
Por lo tanto
consideramos importante que las calles, avenidas y espacios públicos del Barrio
Ciudad del Milagro reciban una
nominación que realce el vínculo estrecho que tiene la comunidad barrial con la
actividad universitaria.
Queremos que la
denominación de calles, avenidas y espacios públicos constituyan un homenaje a
las generaciones del futuro conformadas por los niños de todos los niveles
educativos, los jóvenes estudiantes que a toda hora transitan sus calles, las
decenas de familias que abren sus casas para que los esforzados estudiantes del
interior encuentren un espacio para vivir y estudiar, por los docentes, los
trabajadores, profesionales, empleados que lo habitan y que tienen una
expectativa en la educación pública y en la posibilidad de la formación
universitaria de sus hijos.
RSR
FDO: PROF. JUAN A. BARBOSA - SECRETARIO CONSEJO
SUPERIOR
ING. STELLA M. PÉREZ DE BIACHI - RECTORA