SALTA, 20 MAR 2006
Expediente
Nº 4.9 62/04.-
RESOLUCIÓN CS Nº 087/06.-
VISTO
estas actuaciones por las cuales el Prof. Eduardo Moisés ASHUR, docente de la
Facultad de Humanidades, eleva
propuesta de creación del “Museo Histórico de la Universidad Nacional de
Salta”, y
CONSIDERANDO:
Que
es objetivo del proyecto constituir, en forma progresiva, un ámbito dedicado al
rescate, la preservación, el registro, catalogación, documentación y exposición
pública de una parte muy importante del patrimonio histórico tangible e
intangible de Salta, particularmente el referido al Siglo XX.
Que
el Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades, mediante Resolución Nº
268/05, avala el proyecto de creación presentado y solicita al Consejo Superior
su aprobación.
Que
las BASES del Estatuto Universitario expresan en su punto VII: “La Universidad,
además de su tarea específica de centro de estudio y de investigación, procura
difundir los beneficios de su acción cultural y social interactuando con el
medio”.
Que es
competencia del Consejo Superior, aprobar la creación del Museo Histórico de la
Universidad Nacional de Salta, en el marco del inc. 1) del Artículo 100 del
Estatuto de la Universidad Nacional de Salta.
Que se ha
realizado el cálculo de los recursos necesarios para la concreción de la
Primera Etapa del museo, a través de las dependencias pertinentes.
POR ELLO, en
uso de las atribuciones que le son propias y atento a lo aconsejado por las
Comisiones de Docencia, Investigación y Disciplina (Despacho Nº 140/05) y de
Hacienda (Despacho Nº 264/05) de este Cuerpo,
EL CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE
SALTA
(en su Vigésima Sesión Ordinaria del 15 de diciembre
de 2005)
R E S U E L V E:
ARTÍCULO
1º.- Aprobar el Proyecto elevado por el Prof. Eduardo Moisés ASHUR, Profesor
Regular de la Facultad de Humanidades, y consecuentemente crear en el ámbito de
esta Universidad el MUSEO HISTÓRICO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA, cuyo
texto obra como Anexo I de la presente.
ARTÍCULO
2º.- Imputar el gasto que demande la concreción de la Primera Etapa del citado
Museo, conforme a lo siguiente:
Código
Dep. |
Sub-Dependencia |
F.F. |
Programa |
Sub-Programa |
Proyecto |
Actividad |
Inciso |
P.P. |
T.
Moneda |
C.
Económico |
Finalidad |
Función |
10 |
26 |
11 |
37 |
00 |
01 |
49 |
2 |
- |
1 |
21 |
3 |
4 |
ARTÍCULO
3º.- Dejar aclarado que los futuros pedidos de planta de personal planteados
para este tipo de actividades, deberán ser analizados en un marco integral de
los requerimientos de todas las áreas de la Universidad.
ARTÍCULO
4º.- Comuníquese con copia a: Sra. Rectora, Prof. Ashur, Facultades, Sedes
Regionales, IEM, Secretarías, Radio Universidad, Consejo de Investigación,
Direcciones Generales, Dirección de Presupuesto, UAI y Asesoría Jurídica.
Cumplido, siga a la Facultad de
Humanidades a sus efectos. Asimismo, publíquese en el boletín oficial de esta
universidad.-
RSR
PROF. JUAN A.
BARBOSA - ING. STELLA M. PÉREZ DE BIANCHI
ANEXO I – Expediente Nº 4.962/04.-
CREACIÓN
DEL MUSEO HISTÓRICO DE LA
NIVERSIDAD
NACIONAL DE SALTA
El
desarrollo del área museológica en la Universidad Nacional de Salta está
íntimamente ligado a sus orígenes, como extensión de la Universidad Nacional de
Tucumán en el Noroeste argentino. La creación del actual Museo de Ciencias
Naturales tuvo lugar cuando el gobierno provincial comenzó a promover los
estudios superiores en Salta.
Sobre la
base del antiguo -Museo Social- fundado en 1920 por Christian Nelson- y que la
Provincia oficializó hacia 1945 con el nombre de “Museo Provincial de Fomento”,
se estructuró el de Ciencias Naturales, base de la Facultad homónima creada en
1952 por convenio con la Universidad de Tucumán.
Ese Museo
contó desde 1953, además de las áreas de Geología, Botánica y Zoología, con el
Departamento de Antropología, dedicado especialmente a la investigación y difusión
del patrimonio arqueológico. Producida la separación de Tucumán, se creó en el
ámbito de la Facultad de Humanidades la carrera de Antropología; es entonces
que el Departamento de Antropología se desprende del Museo de Ciencias
Naturales y sus colecciones pasan a conformar la base del Museo de Arqueología
y Folklore en 1973.
Un año
antes se habían iniciado gestiones que culminaron con la compra del edificio de
Alvarado 551 para localizar allí el Instituto de Arte y Folclore y el nuevo
Museo que se inauguró el 25 de Julio de 1973. Un dato que revela la importancia
de esta institución es el hecho que el gobierno provincial -ese mismo año-
firma un convenio con la Universidad por el cual el Museo se convierte en
órgano de aplicación de la ley de protección del patrimonio arqueológico
provincial y se coloca bajo su supervisión a todos los museos y colecciones de
esa naturaleza. Estas acciones se paralizaron con motivo de la intervención
militar a la Universidad en 1976 que, además de cerrar la carrera de Antropología,
transfirió las colecciones del Museo a la provincia, con lo que se formó el
actual Museo de Antropología.
Por otra parte, desde los comienzos de la década de 1950, venia
funcionando bajo jurisdicción provincial el Instituto de Humanidades que, por
otro convenio entre la provincia y la Universidad Nacional de Tucumán, fue
incorporado con el nombre de Departamento Universitario de Humanidades a la
Facultad de Filosofía y Letras. Allí comenzó a dictarse -hace casi cincuenta
años- la carrera de Historia que hoy continúa en el ámbito de la Facultad de
Humanidades. Este paso significó el comienzo de la profesionalización en el
campo de la docencia e investigaciones históricas, hasta entonces en manos
exclusivas de historiadores aficionados.
A través
de esta carrera se vienen llevando a cabo numerosas acciones como exposiciones
fotográficas, de documentos, de objetos históricos y arqueológicos presentadas
en escuelas y colegios, instituciones barriales, pueblos del interior, oficinas
públicas y en las Jornadas de Ambientación. Asimismo se firmó un convenio con
la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos con el fin
de participar en la conservación de los monumentos nacionales de Salta y otro
para que la Universidad se haga cargo del proyecto de refuncionalización de
Finca Castañares.
También se
está apoyando al Archivo y Biblioteca Históricos de la Provincia en la
conservación, catalogación y edición de parte de sus fondos documentales, se
asesora con un grupo de docentes y alumnos a los pueblos de La Caldera, La
Merced y Rosario de Lerma para la creación de sus respectivos museos y se
elaboró un plan de estudios para una especialidad en Museología cuya
pre-inscripción registró recientemente más de noventa interesados.
En
la misma línea de trabajo, otros profesionales de la carrera de Historia
asesoran e investigan, desde hace varios años en el Museo de la Ciudad,
habiendo publicado recientemente un trabajo sobre el origen y transformación de
la vivienda en que funciona el mismo.
No
obstante todos esos antecedentes, la Universidad Nacional no cuenta con un área
especialmente dedicada a la conservación, investigación, difusión y exhibición
del patrimonio histórico-cultural de Salta y su región, que son los contextos
que deben orientar sus actividades según lo establecen sus Fines y Objetivos.
Es por ello que,
junto a algunos colegas, egresados y estudiantes, venimos promoviendo gestiones
que dieron -entre otros resultados- la adopción de pautas para evitar las
donaciones simbólicas de objetos acumulados en los depósitos de Obras y
Servicios y el apoyo para la mejora de los archivos documental y fotográfico de
la Universidad. Esas gestiones se canalizaron a través del Expediente 1517/00
por el que el Consejo Superior establece en su Resolución 149/01 (23/08/01),
art. 2: “Solicitar a la Facultad de Humanidades proponga un proyecto de
creación del Museo de la Universidad, a fin de efectuar un relevamiento de
bienes patrimoniales que puedan ser transferidos oportunamente al mismo.
A
raíz de esta decisión, la Secretaría de Humanidades solicitó que la Escuela de
Historia aconseje sobre este tema, quien nos dio intervención a fs. 22 vta, del
citado expediente.
La herencia legada por las últimas generaciones se
caracteriza por una extrema fragilidad toda vez que, por la acelerada
transformación a la que estamos sometidos, los testimonios materiales e
inmateriales son cotidianamente desechados, reemplazados, comercializados o
simplemente destruidos. Muchos hemos presenciado esa permanente actividad que
lleva a nuestra sociedad, pero especialmente a los sectores medios y populares,
a demoler edificios de importante valor arquitectónico y a vender muebles,
vajilla, juguetes, monedas, manuscritos, fotografías, máquinas, libros y todo
otro objeto que va a engrosar los circuitos nacional e internacional de
antigüedades privando que la sociedad que los produjo y usó los conserve como parte
de su legítima y orgullosa memoria colectiva.
A esa falta de valoración contribuye
la escasa conciencia que algunos sectores sociales parecen tener de su rol, el
de sus antecesores y el de sus instituciones, en tanto actores y partícipes de
la historia de Salta. Es cierto que el discurso historiográfico tradicional
casi siempre enfatizó una perspectiva del pasado basada en la acción individual
de gobernantes y héroes de origen aristocrático; y también es evidente que los
museos locales reproducen ese discurso evitando, las más de las veces, incluir
testimonios de otros grupos. Sin embargo se debe reconocer irónicamente que, si
se quisiera incluir tales objetos en las exposiciones, resultaría difícil
conseguirlos puesto que han desaparecido o no fueron conservados por no ser
considerados parte de un pasado que -hasta ahora- parece estar reservada a
aquellos grupos cuya clara conciencia de la Historia y de su carácter
legitimador les ha permitido documentarlo y exponerlo.
De lo que se trata, en este sentido, es de promover un Museo que
agregue al patrimonio tradicionalmente conservado e institucionalizado los
testimonios que faltan, completando períodos, sectores y perspectivas y así
expresar materialmente un relato de base científica menos excluyente, más abarcativo
e integrador y, por ello, más explicativo de nuestros procesos históricos.
La
prioridad asignada al patrimonio histórico-cultural del siglo XX no implica que
se vaya a desechar el proveniente de períodos anteriores; es una elección
fundamentada no sólo en su ya comentada vulnerabilidad, sino también en el
hecho de tratarse de una etapa poco representada lo que alejaría al Museo de la
Universidad de toda competitividad con otras instituciones similares. No
obstante esto, las colecciones que se vayan formando progresivamente podrán
incluir testimonios de períodos anteriores.
Otro
objetivo, que en realidad representa un desafío a la creatividad y originalidad
de sus responsables, es diseñar y poner en marcha un Museo verdaderamente
dinámico, con indudable sentido didáctico, que contenga un discurso accesible
pero fundado y que apele a las nuevas tecnologías para otorgarle carácter
interactivo. Los enfoques y concepciones de las últimas décadas, surgidas de
los procesos de descolonización y la ampliación de la concepción de lo
cultural, postulan modelos museológicos muy alejados de aquellas instituciones
tradicionales, teñidas de exotismo y dedicadas a la exposición de los botines
de guerra de la expansión eurocentrista; o las dedicadas a la exaltación de
minorías dominantes, de episodios políticos y militares, todas suficientemente
rígidas y ajenas a la vida de las mujeres y hombres del común y, por ello
mismo, más parecidas a un mausoleo que a un centro cultural donde el conjunto
de la población pueda reconocerse en su patrimonio colectivo.
Hoy
son frecuentes en grandes museos las muestras sobre la vida cotidiana, la
gastronomía, el arte no académico, la vivienda y la vestimenta populares, la
educación, la salud, las creaciones tecnológicas, los medios de transporte, los
oficios, los imaginarios colectivos, etc., diseñadas todas con una estructura
que estimula la participación, la investigación, su uso como recurso didáctico
y la construcción de una imagen identitaria de las respectivas poblaciones.
El
proyecto se propone, además, vincular en una sola área las colecciones del
archivo documental de la Universidad, archivo fotográfico, planos de los
edificios, el inventario de su patrimonio artístico y todo otro tipo de fondo
propio o transferido como donación o préstamo que pueda enriquecer el
conocimiento de la historia de nuestra casa de estudios que, a más de treinta
años de su creación, merece disponer de un ámbito en el que esté representada
su historia y su contribución social.
También
es propósito de este proyecto instrumentar una campaña permanente de
concientización sobre la necesidad de la preservación del patrimonio de los
salteños, así como estimular a la sociedad a efectuar préstamos y donaciones de
todos aquellos documentos, objetos, fotografías, films, videos, grabaciones
magnetofónicas y todo otro tipo de testimonios en sus diferentes soportes. Esto
posibilitará acrecentar las colecciones del Museo, dando lugar la presentación
de exposiciones temáticas temporarias que luego podrán formar parte de las
exhibiciones permanentes. Cabe consignar, en este sentido, que ya se cuenta con
el compromiso de varias personas e instituciones que entienden la importancia
de que Salta disponga de este recurso para representar el último siglo de su
historia y que confían en la Universidad como la institución que no sólo puede
garantizar el destino de sus préstamos y donaciones, sino también exponerlos
adecuadamente.
IMPLEMENTACIÓN: PRIMERA
ETAPA
Para esta primera etapa se prevé:
a) Formulación
detallada del proyecto;
b) Realización
de las gestiones necesarias para su aprobación en los ámbitos de la Facultad de
Humanidades y de la Universidad;
c) Comenzar
el relevamiento de materiales, documentos y objetos de la Universidad
(facultades, Dirección de Obras y Servicios, sedes, archivo de prensa, etc.)
susceptibles de ser incorporados al patrimonio del Museo Histórico;
d) Lanzamiento
de la primera campaña pública de préstamos y donaciones de objetos,
fotografías, documentos, etc.;
e) Acondicionamiento
de los espacios para exposiciones;
f)
Organización del área de administración;
g) Confección
del mobiliario necesario para las primeras exhibiciones;
h) Iniciación
de las actividades con la organización de las primeras exposiciones en el mes
de noviembre del corriente año. En este aspecto se está en condiciones de
trabajar para la presentación de las siguientes muestras:
1) SALTA, una ciudad, muchas ciudades;
2) Carlo Penuti: una pintura con muchas
historias;
3) Historia de la Educación salteña.
RECURSOS:
Inicialmente se requiere lo siguiente:
1) Afectación
de personal docente y no docente necesario en esta etapa llamado a concurso
para pasantías de dos alumnos avanzados de Historia.
2) Muebles
de oficina, computadora, teléfono y papelería.
3) Sala
para depósito en Castañares.
4) Expositores,
vitrinas, etc. existentes o confeccionadas por Obras y Servicios
5) caja
chica para gastos de funcionamiento (rollos fotográficos, revelado,
duplicaciones, CD, diskettes, etc.).
6)
Impresión
de invitaciones y catálogos de las exposiciones.