Informe Comisión Oficial realizada a los Lotes 32 y 33


PRIMERA PARTE: SITUACIONAL


1.- Miembros de la Comisión, fechas de la visita y consideraciones generales


Integrantes de la universidad: Raúl Seggiaro, Héctor Rodríguez, Marita Couto, Ana Silvia Símesen, Marta de Viana

Otros integrantes: Silvia Barrios, Ana María Tuñón, Liliana Medina, Sebastián Cardó y Matías Duarte.

Fecha: 9 y 10 de agosto de 2004


La ruta seguida fue San Pedro, el Piquete, Palma Sola y Pizarro. Ya en el recorrido se aprecia la pampeanización general del paisaje, con escasas cortinas arbóreas. Los pocos árboles, arbustos y hierbas son en su mayoría exóticos e invasores, como por ejemplo paraísos, eucaliptus, casuarinas, cipreses, grevilleas, pasto cubano, ricino y Tevetia peruviana. Entre los pocos nativos que quedan se pueden mencionar cebil, quebracho, algarrobo, pacará, guarán, chañar, palo borracho y brea. Existen numerosos aserraderos a lo largo de la ruta.


En Gral.Pizarro hablamos con Gabriel Ramos, Carlos Ordóñez, Beatriz Ponce (Concejal), Moisés Rojas, Santos Cuellar, entre otros. Las posturas de los pobladores de Pizarro son diversas: algunos se encuentran en trámite de posesión veinteañal y quieren el título de propiedad de las tierras en las que viven desde hace dos o tres generaciones. Sus ingresos provienen principalmente de la ganadería y cultivos a pequeña escala para subsistencia. Otros no tienen interés en la propiedad de las tierras, en la medida en que los lotes fiscales permanezcan como áreas de reserva y puedan continuar con las actividades de ganadería extensiva que realizan en sectores de distintas dimensiones que en muchos casos han alambrado. Sería necesario realizar un censo de puesteros, de ganado, y de las hectáreas en las que realizan sus actividades a los efectos de poder realizar un plan de manejo que resulte sustentable con la zona.


En los recorridos que realizamos en el lote 33, se observa ganado en los caminos, que recorren sectores no delimitados por los criollos. Esta es una cuestión de importancia a considerar, ya que el ganado debe ser controlado, si se pretende realizar un plan de manejo integral.


"El desierto es el fantasma al que todos le tememos. Cuando destruyen el bosque nos sacan la protección. Si siguen desmontando, el agua y la tierra no se encontrarán con ninguna barrera y vamos a desaparecer", aseguró Carlos Ordóñez, un criollo de Pizarro.


En la comunidad Eben Ezer hablamos con los caciques primero y segundo, principalmente. El cacique segundo, Donato Antolín comentó acerca de las actividades extractivas que realizan en el monte, como utilización de cuatro tipos de miel, caza y recolección de frutos y chaguar. Según el Expte 15400/03 y la ley 7274 (desafectación de la categoría de Area Natural Provincial Protegida de los lotes 32 y 33 excepto la fracción ubicada al oeste del pie de la ladera que da al naciente de la Serranía Maíz Gordo), se excluye de la autorización de venta la superficie que corresponde al pueblo de Gral Pizarro y a la comunidad wichi Eben Ezer, con previsión de una superficie para ampliación del pueblo y otra superficie para uso para la comunidad indígena. Sin embargo en este caso, no queda claro cuál será la dimensión ni la ubicación del terreno.


2.- Ubicación de los lotes, su inclusión como área protegida.


Los lotes fiscales 32 y 33 se extienden de oeste a este desde el flanco oriental de la sierra de Maíz Gordo hasta el este de la localidad de General Pizarro (Fig 1). En el año 1995 fueron declarados área de Reserva Natural Provincial (Decreto Provincial 3397/95).





Fig. 1. Lotes 32 y 33. La zona núcleo es la única que no entró en la licitación y se encuentra en litigio por problemas limítrofes con la provincia de Jujuy.


3.- La desafectación, la justificación oficial y sus beneficiarios.


El Gobernador J.C. Romero solicitó el 30 de setiembre de 2003 al presidente de la Cámara de Senadores W. Wayar, la consideración del proyecto de ley que autorizase al PEP la venta de los lotes 32 y 33 (Expte 90-15.400/03).


Los fundamentos fueron:


a) Mejorar rutas en el Dpto Anta, para el desarrollo socio-económico de la región (vinculación entre zonas de producción y los centros poblados y accesibilidad a sitios de gran potencial turístico)


Los fondos provenientes de la venta serán destinados a obras de infraestructura vial (mejora rutas provinciales Nº5 (tramo Lumbreras-Lajitas-Apolinario Saravia) y Nº30 (tramo Las Lajitas-Cnel Olleros). En el mismo expediente existe una estimación del costo de las obras: $74.995.988 (Expte 90-15.400/03).


La primera contradicción y falacia que surge es el monto obtenido a partir de la licitación. Representa el 12% ($9.615.000) y, si se realiza la obra será pagada con nuestros impuestos a pesar de que sólo se beneficiarán directamente las 3 personas (Usandivaras, Ragone y Courel) que compraron las 16 mil has.


b) La degradación del bosque

Se menciona en el Expte un informe de recategorización realizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable y la Wildlife Conservation Society realizado en 2002, donde se recomienda: “desafectar los lotes 32 y 33 de la categoría de Area Protegida, pasando a depender nuevamente de la Dirección de Tierras Fiscales, con excepción de la parte oeste”. Esta parte es la señalada como zona núcleo en la Fig. 1.


En el informe no se puede saber cómo, a partir del relevamiento realizado, se llega a esta conclusión. Es importante destacar que la SMAyDS nunca formuló un plan para adecuar el área de reserva al Sistema Provincial de Areas Protegidas (Ley 7107). Más aún, el informe propone que “se establezcan los mecanismos adecuados a nivel provincial para proveer a la implementación de la Reserva El Palmar, que es uno de los humedales más importantes de la provincia. Esta reserva no cuenta hasta el presente con un plan de gestión y con guardas ambientales que aseguren su permanencia en el tiempo. Asimismo se propone que se incremente la promoción de Areas Protegidas Privadas en el Chaco y la búsqueda de financiamiento para la realización de los planes de manejo y gestión”


¿Por qué promover nuevas áreas de reserva en el Chaco cuando las que existen se desafectan?

¿Cuál es la experiencia en nuestro país y provincia con relación a la promoción de áreas de reserva privadas que justifique esa afirmación?

¿Por qué justificar la incompetencia de los funcionarios que no cumplen con sus deberes ni con la legislación vigente?

¿Por qué se aduce la necesidad de mejorar la red vial cuando la venta sólo representa el 12% del monto necesario?

¿Quiénes pagarán la mejora de la red vial?

¿Quiénes tasan el valor de un bosque y los servicios ecosistémicos que brinda?

¿Por qué el precio que el gobierno pagó por una hectárea de zona árida es tres veces superior al percibido por una hectárea de tierra fértil con bosque en el Chaco?


La desafectación de los lotes fiscales 32 y 33 (ley 7274) constituye un modelo de una decisión política ilegal e ilegítima. Ilegal debido a que en un pretendido acto legal los legisladores derogan el decreto 3397/95 sin fundamento coherente. Al hacerlo violan la Constitución Nacional y Provincial, las Convenciones Internacionales de lucha contra la Desertificación y de Protección a la Biodiversidad, las Leyes Provinciales 7070 y 7107 y el Código de Etica de la Función Pública.


Es también una decisión ilegítima ya que si bien los legisladores y el gobernador fueron electos por mayoría, ese hecho no les confiere atribuciones para realizar acciones arbitrarias en contra de la ley. Al ser los lotes fiscales propiedad de todos/as los salteños/as, lo primero que debió pensar el gobierno es en una consulta a los que resultan directa e indirectamente afectados por tal decisión.


Nuevamente destacamos la irresponsabilidad de los funcionarios que omiten el marco legal vigente y, sin fundamento, atentan contra el patrimonio natural y cultural de todos/as los/las salteños/as y argentinos/as.


Con este accionar ilegal e ilegítimo, se pretende soslayar la responsabilidad directa e indirecta de los funcionarios que debieron, a partir del Decreto 3397 del año 1995, elaborar un Plan Integral de Manejo y Desarrollo según lo estipula la ley 7107 (Sistema Provincial de Áreas Protegidas de Salta). Al no hacerlo permitieron la degradación que hoy invocan para justificar la venta. Esto arroja confusión a la transparencia que debe guiar todas las acciones de los funcionarios del Estado Argentino, según se expresa en los Considerandos del Código de Etica de la Función Pública; en especial, se incurre en la violación de los Principios Generales tales como prudencia, idoneidad y responsabilidad y de los Principios Particulares como legalidad, veracidad y transparencia (Decreto 41/99, Boletín Oficial N1 29077).


4.- La situación ambiental


4.1 Consideraciones sobre el estado de deterioro del monte

Es importante destacar que este informe se basa en una inspección visual y parcial, ya que en el escaso tiempo con el que contamos fue imposible realizar un trabajo con zonación de los lotes y muestreo de vegetación.


El sector del lote 32 que recorrimos, limita con dos fincas privadas. En la de Uribelarrea, ya se desmontó. Los pobladores comentaron que el desmonte habría sido efectuado sin autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Provincia, según lo estipula la ley 7070. Esto fue documentado por Greenpeace y filmado por el canal local de televisión y habría generado actitudes prepotentes por parte de integrantes de la finca. También denunciaron que los alambres limítrofes habrían sido corridos. Hemos observado en este sector picadas y comienzos de desmonte en los límites con la Finca el Albardón y la de Uribelarrea.


Es importante destacar que la ley 7070 que prevé la realización de estudios de impacto ambiental y social para cualquier emprendimiento, incluye, en el caso de penalizaciones, la presentación de un plan de remediación, que generalmente se basa en promesas de cortinas vegetales que finalmente no se cumplen debido a la falta de control por parte de la SMAyDS.


Esta parte del lote 32 se encuentra degradada, con pocos árboles que superan los 25cm de DAP. El camino interno tiene sólo un acceso con tranquera y por lo tanto sería de fácil control por parte de las autoridades locales, para evitar mayores extracciones. En este camino, encontramos árboles talados a los costados del mismo. Según los criollos es el tractor municipal el que los retira.


La especie arbustiva más abundante es el duraznillo, un arbusto colonizador y de rápido crecimiento, que también es explotado ya que las varillas se emplean como guías en los tomatales. También son abundantes el garabato y la brea. Sería importante realizar un relevamiento de vegetación a los efectos de proponer acciones urgentes tendientes a la recuperación y con pautas para su aprovechamiento.


Sector del lote 32, que limita con la finca El Albardón.


Desmonte realizado recientemente con encadenado en la propiedad de Uribe Larrea


En el lote 33, en el tramo recorrido, se registraron 32 especies arbóreas. Numerosos quebrachos, palos blancos, amarillos y urundeles con DAP superiores a los 25 cm. En este sector seguimos la senda de una picada abandonada, con evidencias de erosión en las que sería necesario trabajar para controlar su avance. Entre las especies arbóreas de importancia para la conservación se puede mencionar el árbol de papel, que tiene una distribución en parches y baja densidad. En sectores con claros y cercanos a la senda, se registraron renuevos de quebracho, palo borracho, árbol de papel, palo blanco y cebil.


En este lote existen aguas termales que deberían analizarse a los efectos de conocer su potencial como atractivo turístico. Podrían programarse actividades de turismo ambiental de bajo impacto debido a la belleza del paisaje y al buen estado del bosque.

Termas, “aguas calientes”, Río Las Tortugas

4.2 consideraciones de riesgo geológico

Los estratos que afloran en las partes de lomadas del lote 33 (parcela 7), corresponden a las Formaciones Mealla, Maíz Gordo y Lumbrera integradas por margas, lutitas y calizas y forman parte del flanco oriental de un pliegue anticlinal cuyas capas inclinan 40 al sudeste (S70E / 40). Son rocas laminadas, friables y con alto grado de craquelamiento (fisilidad) que las tornan muy sensibles a la erosión.


La inclinación de las capas hacia el este y las condiciones de las rocas fácilmente erosionables en las laderas que reciben las máximas descargas de lluvias, cuyo régimen promedio es de 1.000 mm anuales sobre 600 mm en las partes mas bajas, constituyen una combinación de factores propensos a la generación de fenómenos de remoción de materiales tales como deslizamientos y flujos densos. La vegetación frondosa y exuberante en las partes más altas de la sierra constituye sin dudas el factor por excelencia que brinda estabilidad a la ladera y freno a la erosión.

Vista del río Las Tortugas. Obsérvese la inclinación de las capas hacia el sudeste en la zona serrana del lote fiscal 33. Los estratos rojos de la base pertenecen a la Formación Mealla y los de la cumbre a la Formación Maíz Gordo.


En la franja ubicada entre la zona llana al este y la zona serrana al oeste las rocas del sustrato se encuentran cubiertas por depósitos de pie de monte y abanicos aluviales coalescentes sobre los que se desarrollaron los suelos. Las pendientes de esta zona, que oscilan entre 5 % y 15 % (Dirección General Agropecuaria, 1983), son lo suficientemente pronunciadas como para generar un intenso escurrimiento superficial durante los períodos de lluvia.


Los suelos de la región son altamente inestables ante el escurrimiento superficial y propensos a la generación de carcavamiento. En la foto se observa la generación de cárcavas partir de una antigua picada de extracción de madera y el efecto de freno al desarrollo de las cárcavas que producen las raíces de los árboles.


Cárcava a lo largo de una picada en el área pedemontana del lote 33. Nótese el efecto de freno que producen las raíces.

Las cárcavas observadas en las zona de pie de monte dentro del lote, donde la vegetación es abundante, no superan el metro de profundidad, mientras que las observadas en una finca privada, desmontada, próxima a la Escuela Las Tortugas, a pesar de tener una pendiente (2%) sensiblemente menor que la anterior, presentan más de 2 m de profundidad. Esta comparación permite inferir el grado de erosión que se produciría en el sector oeste del lote 33 en caso de llevarse a cabo el desmonte.


Cárcava en área desmontada en el puesto Las Tortugas (privado). Al fondo se observa la sierra de Maíz Gordo.


Por otra parte, la acción retrocedente de la erosión provocaría el crecimiento de las cárcavas hacia las partes altas de las lomadas y en consecuencia constituiría un efecto disparador en la desestabilización de las laderas de la sierra incrementando las posibilidades de generación de deslizamientos y flujos densos.


El área serrana y de pie de monte del lote 33 registra antiguos cauces arenosos, abarrancamientos y concentraciones de cárcavas (Dirección General Agropecuaria, 1.983) que seria necesario proteger de la erosión con un plan de forestación dirigido a detener su crecimiento.


La inundación y los flujos de lodo que sepultaron gran parte de la ruta provincial N 5 el 14 de abril de 2.001 provocados por el desborde del río Las Tortugas y la canalización de los flujos a lo largo de las picadas de YPF, constituye un antecedente más que elocuente de la fragilidad que presenta la región ante precipitaciones intensas (véase video elaborado por el canal de cable de Apolinario Saravia).


Según los habitantes de Gral. Pizarro, gran parte del pueblo se inunda periódicamente durante los períodos de lluvias. La eliminación del monte de los lotes 32 y 33 lejos de paliar esta situación acrecentará los fenómenos de erosión poniendo en peligro a la población de Solís Pizarro así como las obras de infraestructura realizadas a lo largo de la ruta N 5 (terraplenes, puentes, tendido de luz y carpeta asfáltica).


5.- La situación social


5.1 Los criollos, uso del monte

Residen en estos sectores unas 35 familias criollas, de las cuales una 20 dependen de prácticas de subsistencia. Dependen éstas del monte para su sustento, sobre todo las que practican la ganadería de monte o de campo abierto. En realidad, se trata más bien de un pastoreo de vacunos que de una explotación agropecuaria moderna, resultando el "puestero" el agente econnómio paradigmático. Estas familias se encuentran también ante el dilema de perder sus recursos normales de subsistencia para enfrentarse a un futuro incierto, ya que no se trata de agricultores. Los salarios de una agricultura moderna no les ofrece atractivo alguno, ni por sus montos, ni por la capacidad de demanda laboral, ni porque la actual fecundidad de la tierra ofrezca visos de persistencia en el tiempo. Su futuro es el de migrar a las periferias urbanas para sobrevivir en un medio para el que no están preparados ni que tampoco ofrece en la actualidad perspectivas de empleo.


Esta ganadería de monte sólo puede mantenerse en la medida en que no se expanda, -en las actuales condiciones de manejo- por cuanto ya atentaría contra la sustentabilidad del sector. Sin embargo, es posible prever adecuadas condiciones de manejo.





Desde el punto de vista de su radicación en el área, a muchas de ellas les correpondería la propiedad a partir de la posesión veinteañal, de manera que la enajenación prevista por el Gobierno Provincial implica lisa y llanamente un despojo injustificado.


Desde el punto de vista simbólico, estas familias criollas representan el prototipo del "gaucho salteño", en su versión anteña, un aspecto que desnuda la desaprensión de la política provincial por sus pobladores autóctonos, no obstante la fachada localista del discurso oficial.


5.2 Los indígenas

En el lote se encuentra una comunidad indígena denominada EBEN-EZER, compuesta, según comentó el cacique, por unas 18 familias. Se trata de una comunidad de la etnia Wichí (también conocida como mataco), no originaria del Lote, sino que se instala allí a partir de etapas migratorias, primero desde el paraje El Traslado, al este de Gral.Mosconi, hace unos nueve años. Motiva su traslado la oferta laboral por parte de un administrador de tierras privadas en El Chaguaral, cerca de Gral. Pizarro. Cuando finaliza el contrato de éste, se ven obligados a abandonar el lugar, por tratarse de tierras privadas, y la Municipalidad de Gral. Pizarro les ofrece instalarse en el Lote, hace unos tres años.



Se trata de una comunidad de monte (Tahi=leley), es decir, cuya subsistencia depende desde tiempos ancestrales de los productos de caza y recolección de animales y frutos del monte chaqueño. En cuanto comunidad del monte, no practican la pesca, por lo general, como consecuencia de elegir sus asentamientos en lugares distantes a los río principales de la llanura del chaco salteño.


A diferencia de las comunidades ribereñas (Tewokleley), que suelen contar con la oferta del pescado en determinadas épocas del año, las comunidades de monte dependen para la provisión de proteínas de la caza de animales montaraces, por lo común, corzuelas, vizcachas, chanchos del monte (majanos, quimileros, rosillo) y de aves. Entre los vegetales que les provee el sustento, se destaca la algarroba, pero también el mistol, el molle, el chañar y otras especies. La miel que producen diversas abejas contribuyen a su alimentación.


Dentro de sus prácticas recolectoras, recurren a la venta de servicios laborales, por lo común en forma esporádica, conocidas habitualmente como “changas” y, más raramente, al trabajo asalariado estacional.


Son estas las prácticas que generan su movilidad a diferentes sitios, si bien la tendencia ya desde los inicios del siglo XX ha sido en asentarse en la denominadas comunidades, motivando una diferencia en sus autoetnónimos locales, a saber pasar a sustituir las denominaciones de grupos de familias (que algunos autores consideraron totémicas) por denominaciones espaciales en función de los asentamientos. Tal es el caso de la Comunidad de Eben-Ezer.


La movilidad tradicional de estos grupos no se realizaba al azar, como lo sugiere erróneamente la denominación de nómades que varios autores han empleado, sino que se refiere a un determinado reloj biológico ambiental, acorde a los períodos de floraciones y de disponibilidad de los alimentos del monte.


Sin embargo, la paulatina y persistente invasión y ocupación de sus territorios por parte de la población no indígena han generado una grave alteración de esa movilidad, en general, por el deterioro del monte debido a nuevas prácticas productivas, a la compresión de sus territorios de desplazamiento, los alambrados, las privatizaciones de las tierras en las que viven y por la oferta de nuevos servicios, como es el caso de las actividades de las misiones y del Estado.


La disminución de los otrora generosos recursos del monte atenta cada vez más contra la supervivencia de estas comunidades, en especial, las de monte, que deben movilizarse a sectores en que encuentren aún recursos para la vida. Tal es el caso de la comunidad a que nos venimos refiriendo, que, por una parte se enfrenta ya a una peligrosa escasez alimenticia, pero que se niega a desprenderse de los recursos que aún perduran, movilizándose a otros sitios y se resiste a que los existentes desaparezcan por las prácticas productivas de las actividades empresariales. Enfáticamente lo expresaba Donato Antolín, cuando dijo: "nosotros no tenemos salario , ni aguinaldo, ni ayuda, ni maestros; el salario de nuestros hijos es el salario del monte. El monte nos da la miel y la algarroba y el chaguar y alguna corzuelita de vez en cuando. Si no tenemos el monte, cómo vamos a vivir?"


La extinción de los recursos del monte configura para este grupo la extinción biológica. Por ello es que cualquier medida que conduzca a tal situación es pasible de encuadrarse en la figura de GENOCIDIO, violando así la Convención Internacional para la prevención y la sanción del delito de genocidio, en su inciso c), y que lo define como: "Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial".


Es violatorio también del Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales, de la Constitución Nacional y Provincial y de leyes consecuentes.


6.- Aspectos económicos de la enajenación.


Es interesante considerar que el precio del metro cúbico de quebracho varía entre $60 y $70, por lo que un quebracho de 50 cm de diámetro (existen en el lote 33 y más de 1/ha), representa el valor del precio promedio pagado /ha ($580)


En el lote 33, existen fuentes termales, las que podrían ser objeto de un emprendimiento turístico para beneficio de los pobladores


Las explotaciones vinculadas a una agricultura tecnificada no se traducen en mejora de la población local ya que la mano de obra que ocupan es reducida y temporaria. Para sólo mencionar un aspecto, si se destinan las tierras a cultivos de soja, unas 500 ha ocuparían como mano de obra promedio un (1) peón al año. Explotaciones de hortalizas, más intensivas en mano de obra, podrían ocupar un (1) peón por ha/año. Consideraciones a las que debemos agregar que a) los puesteros dejan de ser propietarios de su ganado para convertirse en simples asalariados, b) que deben cambiar su prácticas desde la ganadería a una agricultura insustentable en lugar de hacerlo a un manejo sustentable de la ganadería, y c) que pierden toda garantía de ocupación efectiva y de salario digno.


Llama la atención que las 4.000 ha que no se licitaron son las que por la orografía, son de difícil explotación y además se encuentran en una zona de litigio con la provincia de Jujuy.



SEGUNDA PARTE: EVALUACION DE LA DECISION GUBERNAMENTAL


1.- Responsabilidades sobre las prácticas del deterioro ambiental


La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable es responsable directa del deterioro y degradación ambiental ya que no cumplió con la ley 7107 que contempla la presentación de un plan operativo de manejo integral participativo de las áreas de reserva.


La Ley 7274 constituye una violación de la Constitución Nacional y Provincial, del Convenio 169 de la OIT, de la Convención contra el Genocidio, entre otras convenciones de carácter constitucional, según señalado ut supra.


Desde lo económico, habíamos señalado más arriba que según el Expte 90-15.400/03, el costo de las obras previstas ascendía a la suma de $74.995.988. Resulta evidente la contradicción y falacia que surge si se considera el monto obtenido a partir de la licitación. Representa el 12% ($9.615.000) del necesario para las obras de infraestructura. Por lo tanto, si se realiza, la obra será pagada con nuestros impuestos a pesar de que sólo se beneficiarán directamente las 3 personas que compraron las 16 mil hectáreas y que utilizarán las rutas para transportar la producción que realicen en la zona.


Por más que nos esforcemos, cuesta no interpretar esta operación como una donación enmascarada bajo la figura de venta de tierras fiscales a particulares extraños a la zona y una transferencia de recursos estatales a manos privadas.


Es urgente comenzar a responsabilizar a los funcionarios que no cumplen con las funciones para las cuales fueron designados y además cargan a los ciudadanos con los costos de sus malas políticas y acciones.

En caso de que esta situación se revierta, es decir que quede sin efecto la licitación y venta de los lotes 32 y 33, debe ser claro que los funcionarios responsables de un acto ilegal e ilegítimo son los que deberán responder con sus bienes si se debe indemnizar a los compradores


2- Ni desarrollo ni sustentable:


Atento a la justificación oficial, la operación posee como finalidad el desarrollo socioeconómico regional. Dado que este término suele utilizarse con frecuencia y no precisamente en sentido unívoco, nos permitimos en este contexto hacer un brevísimo recorrido por los usos de la palabra “desarrollo” en sentido geopolítico1.


Uno de los primeros usos lo encontramos en Lenin en su obra El desarrollo del capitalismo en Rusia. Se enfatiza allí el proceso de industrialización como el motor para la transformación de los agricultores en proletarios trabajadores de fábricas en pos de la reorganización de la sociedad. Durante el período stalinista, la noción de “desarrollo” se asimiló a una “vía no-capitalista de desarrollo” para el caso de regiones en las que no había industrialización y el capitalismo no podía ser introducido.


Otro contexto de uso de la palabra “desarrollo” fue el ámbito del colonialismo. La expresión “desarrollo colonial” no estaba referida al bienestar de los pueblos, sino al desarrollo mediante la organización de la gente y equipos de modo que los recursos pudiesen ser extraídos con mayor provecho para las potencias. Solamente después de la Segunda Guerra Mundial, los economistas y teóricos de la modernización asignaron a “desarrollo” una connotación asociada al “bienestar”.


Es sabido que el desarrollo colonial no tuvo nunca la intención de beneficiar al colonizado. El modo industrial de producción fue exportado a las colonias con el propósito de forzar a la gente a convertirse en trabajadores de las fábricas o de las plantaciones. De esta manera, forzando a la población a la economía monetarizada o indirectamente arrinconando a la población nativa en áreas de tierra insuficientes para la subsistencia, se la fue conminando hacia un nuevo orden que privilegiaba la vida urbana sobre la rural.


En este proceso, el desarrollo cesó de ser un instrumento de bienestar para todos. En vez de eso, se volvió un medio para la producción incrementada, de escala masiva; una “metodología” para el sector de producción. Los sectores de subsistencia fueron transformándose así, bajo la relación de dependencia y dominación.


En cuanto al vínculo entre “desarrollo” y “bienestar”, se atribuye al presidente Truman que, con el debido asesoramiento de sus expertos, alentó un nuevo dualismo: el que existe entre las naciones industriales avanzadas –desarrolladas- y las áreas “subdesarrolladas” del mundo susceptibles de un desarrollo potencial. Así la connotación opresiva anti-bienestar asociada a “desarrollo”, se neutralizó postulando su oposición a “subdesarrollo” concepto que quedó vinculado a “estado de inercia que espera la intervención de agentes externos capaces de activarlo.


“Debemos embarcarnos en un audaz programa nuevo para hacer disponibles los beneficios de nuestros avances científicos y nuestro progreso industrial para el mejoramiento y crecimiento de las áreas subdesarrolladas2


La década de los 60-70 del siglo pasado fue prolífica en estudios sociológicos críticos y esclarecedores respecto a la nueva forma de imperialismo; sin embargo no tematizaron (primordialmente) la cuestión de que la crisis ecológica es inherente al mismo capitalismo como también el sometimiento de las mujeres.


Desde otra perspectiva –filosófica-, sabemos que en la antigüedad clásica “desarrollo” significaba el despliegue de cualidades virtuales hacia su plena efectivización. El límite y la norma de un organismo era la madurez biológica a la que se dirigía su desplegarse.


La physis, la Naturaleza, estaba dotada de una dynamis propia, de una potencia vital y expansiva, que poseía en sí misma sus propias leyes de desarrollo como polos de referencia teleológicos. Aristóteles expresaba este movimiento como paso de la dynamis a la energeia, de la potencia al acto; cada cosa poseía en sí la regla de su propia evolución. Por lo tanto su desarrollo era el exteriorizarse de una forma inmanente que inscribía un orden y una finalidad al despliegue de sus posibilidades.


La racionalidad griega es incompatible con la idea de lo ilimitado: esto es desmesura. Es inseparable de la idea de medida, de proporción, de límite. Lo infinito, ilimitado, es asimilable a la irracionalidad: signo de exceso y desmesura. Cada año el mundo vuelve a renacer, después de un ciclo de agotamiento. Entonces, el orden temporal que sostiene el desarrollo es cíclico. Incluso el tiempo histórico supone la inserción en el ciclo de la naturaleza, de allí que las instituciones humanas posean –igual que los organismos- sus leyes de crecimiento y declinación.3


La concepción de lo ilimitado e infinito comienza a delinearse en Occidente con la tradición judeo-cristiana, asimilándose la perfección a la infinitud, mientras que la finitud y el límite se vincularán gradualmente con la imperfección opuesta a la perfección de la infinitud de Dios.


La ciencia moderna, en su trayecto del mundo cerrado al universo infinito completará la tarea: la antigua idea de desarrollo como un desplegarse de una forma inmanente desaparecerá para siempre, pues como es sabido, la razón imperial patriarcal blanca, en su dimensión científico tecnológica, inaugura la concepción del progreso indefinido: expandir, occidentalizar y devastar el mundo es su destino.


Como señala Morin4, se disimula en esta aventura la oscuridad de las finalidades, la ausencia de un modelo constructor y el carácter incierto del desarrollo, destacándose solamente que la expansión humana –el progreso social- estaban inscritos en el desarrollo conjugado de la ciencia y de la técnica que, a la vez, emancipaban de las servidumbres materiales asegurando el proceso de la racionalidad y del conocimiento.


Transformar un área de reserva en propiedades privadas para el cultivo intensivo o cualquier otra actividad es desconocer la riqueza que constituye la biodiversidad y las múltiples alternativas de manejo integral que representan. Para esto es necesario el conocimiento acerca de la potencialidad de los recursos y del funcionamiento de los sistemas naturales a los efectos de evitar su degradación y las transformaciones negativas y simplistas que consideran que el único desarrollo posible se basa en la privatización y el monocultivo aunque incluya rotaciones.


Por lo que hace al desarrollo sustentable, se define este como el uso adecuado y racional de los ecosistemas naturales con aplicación de técnicas ambientalmente apropiadas y formas de organización social consensuadas con los pobladores, en procura de satisfacer las necesidades humanas presentes y futuras, generando y promoviendo un desarrollo económico y social sostenibles, que mejore la calidad de vida de la comunidad (Ley 7107).


Existen varias formas de lograr un desarrollo sustentable en un área de reserva, de manera que la población local sea la beneficiaria directa. El turismo, actividad fomentada por el gobierno de la provincia, genera ganancias que se distribuyen más entre los pobladores locales por la diversidad de emprendimientos que genera. Sin embargo, no es la única actividad posible. Existen formas de manejo integral y sustentable de los recursos de los bosques (que no es solamente la madera), que podrían generar ganancias para los pobladores, manteniendo los recursos y la reserva provincial. La sustentabilidad requiere mantener los recursos en el tiempo con la participación y el consenso de todos los actores involucrados directa e indirectamente. La sustentabilidad debe medirse en base a criterios epistémicos, éticos, sociales, económicos y ambientales. No en base al enriquecimiento de los compradores, a costa de todos/as los/las Salteños/as.


Los procesos de destrucción de la naturaleza más devastadores así como los de degradación socioambiental, han sido y son resultado de las prácticas inadecuadas de desarrollo económico: industria basada en combustibles fósiles, deforestación, prácticas inadecuadas de uso del suelo, que dependen de un modelo de crecimiento, que permite maximizar ganancias económicas en el corto plazo para unos pocos, revirtiendo sus costos sobre los sistemas naturales y sociales.


La concepción de un desarrollo sustentable o sostenible no surge como una mera postura conservacionista ingenua, sino como una alternativa a diversas concepciones economicistas vigentes y precedentes dentro del campo disciplinar conocido como “Desarrollo Económico”. Algunas de ellas de neto corte evolucionista que concibe “etapas” sucesivas en las que -al distinguir entre países “Avanzados” y “atrasados”-, toman como modelos de desarrollo a los países centrales de Occidente. Pero una visión muy generalizada -y remanida sobre todo en la última década del S XX en nuestro país- hace hincapié en el concepto de “crecimiento”, tomando como medida y criterio los índices del PBI, al que se asocia una ideología del “progreso” fundada en un mero productivismo. Demás está decir que esta concepción ha recibido ya severas críticas, entre ellas las del 2º Informe al Club de Roma, en ocasión de distinguir entre un “crecimiento indiferenciado” y un “crecimiento orgánico”, que debe contemplar diversos escenarios. Si bien el Informe demuestra avanzar sobre las posturas precedentes, y puede compatibilizarse con un desarrollo sustentable, no parece contemplar aportes significativos de teorías que postulan el subdesarrollo como resultado de una relación de subordinación económica entre países y regiones (dependencia estructural). Tampoco tiene en cuenta las particularidades históricas como para proponer un desarrollo endógeno o un etnodesarrollo, entendidos estos, someramente, como el conjunto de procedimientos que aseguren a los pueblos una mejoría en la calidad de vida de sus habitantes a partir de las potencialidades inscritas en sus particularidades económicas, sociales, culturales y ambientales. Lamentablemente, la concepción “productivista” de nuestros gobernantes deviene la más miope en términos de sustentabilidad y de respuesta humanitaria a los problemas económicos y sociales de la población. En este sentido, hacemos nuestra la crítica que un eminente economista, John Kenneth Galbraith5, hiciera a sus pares de la época:


“El tipo de aumento de la renta y el Producto en el Producto Nacional Bruto y en la Renta Nacional sigue siendo, junto con la tasa de empleo, la medida exclusiva del logro social. Esta es la moralidad moderna. Se supone que San Pedro en el cielo no pregunta a los aspirantes más que lo que han hecho para aumentar el Producto Nacional Bruto.”



De allí que señaláramos más arriba el riesgo que se cierne sobre los pobladores criollos e indígenas con la ampliación de la frontera agraria asociada a un desmonte irracional en pos de estas cuestionables metas productivistas.


Es necesario internalizar las externalidades ambientales en la racionalidad económica y los mecanismos del mercado, para poder construir un estilo alternativo de desarrollo basado en una racionalidad ambiental6. Esto implica la activación de procesos sociales: la incorporación de los valores del ambiente en la ética individual, en los derechos humanos y en la norma jurídica de los actores económicos y sociales, la socialización del acceso y apropiación de la naturaleza, la democratización de los procesos productivos y del poder político, las reformas del estado que le permitan mediar la resolución de conflictos de intereses en torno a la propiedad y el aprovechamiento de los recursos y que favorezcan la gestión participativa y descentralización de los recursos naturales, el establecimiento de una legislación ambiental eficaz que norme a los agentes económicos, al gobierno y a la sociedad civil y la reorientación interdisciplinaria del desarrollo del conocimiento y de la formación profesional.





RECOMENDACIONES:


Si bien es cierto que el trabajo de esta comisión ha estado acotado al estudio de la problemática de la venta ilegal e ilegítima de los lotes 32 y 33, este hecho representa sólo una muestra del itinerario globalizador neoliberal que en su expansión sin límites de la monocultura, de la mano del monocultivo, está aniquilando el planeta al apropiarse de sus recursos con la consecuente destrucción de las diversidades no sólo biológicas sino culturales.


La crisis ecológica es decididamente el subproducto de la expansión de un sistema que necesita de la acumulación y la depredación descontrolada para subsistir. Es por ello que la Universidad –como referente ético de un modelo que priorice la vida- debe comprometerse con su presente histórico, esto es, con la crítica permanente a esta civilización de la mercantilización universal que implica que todas las relaciones estén permeadas por el cálculo egoísta. Se hace necesario, entonces:










Por lo que hace a la situación en la provincia, una de las zonas más afectadas por la deforestación, es precisamente la región de Anta. En los últimos seis años se desmontaron 153.634 hectáreas de bosque (La Nación, 17-08-04). Es por lo tanto una necesidad iniciar trabajos en las siguientes líneas:


a) Realizar un relevamiento satelital que incluya la comparación entre años en las distintas regiones ambientales de la provincia y en especial del chaco y yungas que constituyen las regiones más afectadas por el avance de la frontera agropecuaria. Esta evaluación es importante por las posibles consecuencias a corto, mediano y largo plazo con relación a los componentes incluidos en el cambio global, como pérdida de biodiversidad, fragmentación de ambientes, desertificación, invasiones biológicas, cambio climático, entre los más importantes.


b) Relevamiento del estado de los bosques con propuestas de aprovechamiento integral y sostenible de sus recursos en relación a las características de ocupación y aprovechamiento actual de las tierras


c) Relevamiento de la situación catastral y sistemas de tenencia de tierras, en especial en los sectores donde habitan las etnias más desprotegidas.


d) Estudio de los lotes fiscales de la provincia, cantidad, hectáreas, estado actual y posibilidades futuras.


Estas actividades son fundamentales para realizar una planificación territorial a nivel regional que incluya la población, los riesgos ambientales y las posibilidades de gestión y aprovechamiento sostenible y que contemple distintos escenarios posibles de utilización y conservación.


Cerramos este informe con las siguientes conclusiones acordadas entre los miembros participantes:


1.- Declaramos nuestro apoyo a la Res. CS Nº 210/04, que rechaza la desafectación, licitación y venta de los lotes 32 y 33 por parte del Gobierno de la Provincia de Salta


2.- Solicitamos insistir ante los poderes del Estado Provincial, exigiendo la urgente anulación de las medidas adoptadas que tienden a enajenar el patrimonio provincial no precisamente en favor de los pobladores del sector.


3.- Proponemos informar a la sociedad en su conjunto sobre los graves riegos de la inapropiada decisión del Gobierno Provincial.


1 Apffel-Marglin, F. 1995, Bosque sagrado, CAM-PRATEC, Lima, pp. 21/26.

2 Harry Truman, Inaugural Address”, 1949, A Decade of American Foreign Policy, U.S. Government, Printing Office, 1950: 1366, citado en Apffel-Marglin, op. cit., p. 25.

3 Por ejemplo Platón en la República dice: “...pero como todo lo que nace está sujeto a corrupción, este sistema de gobierno no durará siempre, sino que habrá de destruirse. Y se destruirá de esta manera: no sólo a las plantas que crecen en la tierra, sino también a todos los seres vivos que se mueven sobre ella les sobreviene la fertilidad o esterilidad de almas y cuerpos cada vez que las revoluciones periódicas cierran las circunferencias de los ciclos de cada especie, circunferencias que son cortas para los seres de vida breve y al contrario para sus contrarios” (546 a, 1992, Alianza).

4 Morin, E., El desarrollo de la crisis del desarrollo, en Attali, J./otros ,1979, El mito del desarrollo, Kairós.

5 El Nuevo Estado Industrial (Ariel, 1980:550, 10 Edición en Inglés, 1978)

6 Cornejo, de Viana y Quintana, 2001. ¿Es posible una racionalidad ambiental?. XI Congreso Nacional de Filosofía, 512-514)


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